viernes, 1 de julio de 2011

¿En qué sentido es el tiempo una sucesión infinita? (XVIII)

Créelo: ¡con su pelo empuja el agua a la piscina!     de10.com.mx

Ya hace algún tiempo (¡caramba, casi dos meses!) que dejé de escribir capítulos de este extraño serial: ¡no he tenido tiempo! El hilo conductor de este blog es el tiempo. Si los economistas plantean su labor como la óptima (para unos) o justa (para otros) producción y distribución de bienes escasos, el empleo del tiempo es claramente un tema económico.

La economía temporal es con seguridad la más dramática de las economías. Por su carácter trágicamente irreversible. De hecho, el tiempo es la fuente de toda irreversibilidad.

Una de las distinciones fundamentales de la Física se establece, al modo dicotómico a que nos obliga nuestra mente binaria, entre las transformaciones reversibles y las irreversibles. Sin perjuicio de volver sobre el tema con más rigor (y más tiempo), para visualizar la diferencia basta imaginar dos escenas cinematográficas en que se pase la película al revés. En una de ellas un explorador avanza sigilosamente entre la maleza; en la otra, un vaso lleno de agua cae al suelo, se rompe y el líquido se derrama. Tras la inversión del tiempo de las imágenes, podremos creer que el explorador retrocede con cautela. Pero la afluencia del agua y la reunión de los vidrios rotos, seguidas del mágico ascenso del recipiente reconstruido, sólo podrá creerla quien crea en milagros. Esto nos da una primera aproximación al concepto de irreversibilidad.

teescrachoya.blogspot.com














Hay imágenes estroboscópicas en que una bala atraviesa una bombilla, o un globo, pulveriza una fruta o parte en dos un naipe. En ellas, el efecto se manifiesta retrasado en relación con la causa. Esto se aprecia mejor si lo que se obtiene es una sucesión de imágenes y se pasan como una película animada. Al ver sumamente ralentizada la acción apreciamos mejor cómo en las transformaciones irreversibles se produce un retraso del efecto respecto a la causa.

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Cuando el coyote, persiguiendo al correcaminos, cae a un abismo, la animación retrasa el efecto hasta que el perseguidor “se da cuenta” de la causa de lo que vendrá. Tal pareciera que ocurre en todas las situaciones desequilibradas.














La ilusión del equilibrio se produce cuando en un cierto tiempo no pasa nada. Si una balanza permanece equilibrada durante horas, podemos considerar la situación como perfectamente reversible. Con un automóvil estacionado ocurre lo mismo. Si el coche topa con una pared a muy pequeña velocidad podemos revertir la situación sin daño alguno. ¿Y si la colisión se produce a 150 km por hora?

Vemos así que la reversibilidad depende del tiempo. El reposo equivale al equilibrio. Los procesos muy lentos tienden a ser aproximadamente reversibles, porque en cada instante hay una situación de cuasi equilibrio. Y hay desequilibrio creciente al aumentar la velocidad de los cambios.

hastalosjuegos.es




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