domingo, 10 de julio de 2011

Ha muerto Adolfo Sánchez Vázquez

Y preguntará alguno: ¿quién era ese señor?

Yo, que tampoco lo sabía entonces, lo conocí en una Semana de Filosofía de las que se celebran anualmente en Pontevedra. Lo que más me importa de su pensamiento se recoge más abajo. Esencialmente ya estaba en la 11ª tesis sobre Feuerbach que colgué el 14 de marzo con la etiqueta "textos básicos". En ese sentido, el énfasis figura, como en Gramsci, en la definición del marxismo como "filosofía de la praxis".



“Ser marxista hoy significa no sólo poner en juego la inteligencia para fundamentar la necesidad y posibilidad de esa alternativa (al capitalismo), sino también tensar la voluntad para responder al imperativo político-moral de contribuir a realizarla.”

Adolfo Sánchez Vázquez “Por qué ser marxista hoy” Discurso pronunciado al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de La Habana


Su pensamiento gira en torno al rescate de la praxis como categoría principal en la filosofía marxista. Rescate que solamente podría darse depurando toda aquella carga metafísica dogmática que por mucho tiempo llevó especialmente en la interpretación tradicional del DIAMAT. Esta interpretación partía de la relación del ser y pensar como problema fundamental de toda filosofía para lo cual solo existen dos posturas a través de la historia, estas son idealismo y materialismo. Sin embargo para Sánchez Vázquez el problema principal no es ontológico sino praxiológico; es decir que no puede haber veredicto sobre un problema ontológico, gnoseológico, antropológico y epistemológico al margen de la praxis. La praxis por lo tanto articula todos estos momentos, posicionándose como el fundamento de ellas. En ese sentido según el pensador mexicano-español el materialismo de Marx no olvida ni niega en absoluto la contribución del idealismo para su nueva concepción materialista del mundo, sino más bien resalta su carácter activo transformador, transformación no obstante que gira solo en la conciencia del sujeto lo que limitaría su acción real y transformadora de la realidad. Esta vinculación con la realidad y su correspondiente transformación solo se dará en una concepción materialista que haga de la actividad de la conciencia una praxis real y ponga esta como mediadora indispensable de todas las dimensiones Humanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario