sábado, 21 de noviembre de 2015

Decrecimiento feliz

Si ha de haber decrecimiento (sí o sí), mejor es que sea feliz. No es precisamente lo que estamos viviendo. A la inercia física se agrega la inercia mental. Por eso es necesario un enjuague que elimine hábitos que no han de ser posibles, comportamientos que tienen que desaparecer. Habrá que empezar enjuagándose el espíritu.

Mejor que no sea con la conocida y amarga receta de ajo, agua y resina.








Julio García Camarero


Ante el inminente colapso político-económico, (con claras manifestaciones como lo son los casos de Grecia, Siria, Ucrania, Yemen, Libia, Palestina…; las políticas de austeridad del FMI y el neoliberalismo global). Colapso que se encuentra directamente relacionado con el colapso ecológico y social (agotamiento de los últimos recursos planetarios, cambio climático, desertificación, inmigraciones masivas de seres humanos debidas a adversidades medio-ambientales, refugiados que huyen de lo que se puede empezar a llamar la tercera guerra mundial, etc.), el poder global, representado principalmente por el neoliberalismo y el Imperio USA, sigue manteniéndose en su quimera de una postura crecentista-productivista-consumista (muchas veces confundidas con un “progreso” que es falso y quimérico).

El ya desgastado Imperio USA (con el apoyo de los países de la OTAN) trata de superar su decadencia a partir de potenciar su manía de la hegemonía de forma violenta y militar (como le sucedió en su día al Conde Duque de Olivares) aumentando cada vez más sus desorbitado gasto y acciones militares.

Estos actores son incapaces de salir del dogma del crecimiento y del desarrollo neoliberal basado en el constante aumento del consumismo-productivismo para superar el austericidio, “dicen”. 

Y todo ello, sin pararse a pensar que no se puede crecer de forma constante e ilimitada a partir de unos recursos planetarios completamente limitados y con el agravante de este boom demográfico humano. Además se preocupan más por los recursos energéticos que por los recursos materiales cuando los primeros son ilimitados y los segundos no.

Y sucede que las fuerzas económicas y políticas se mantienen rabiosamente irresponsables y defienden el negacionismo de las dimensiones ecológicas y alertas aportadas por los mejores datos científicos. Véase, por ejemplo, el Quinto Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climatico (que se presentará a primeros de diciembre 2015 en la cumbre de Paris) elaborado por 3.000 científicos de 120 países y una serie de organismos de primer orden como por ejemplo la NASA.

En lo que respecta a España, los principales actores (fuerzas económicas y políticas) son incapaces de salir del dogma del crecimiento y del desarrollo neoliberal y las propuestas políticas de los principales partidos se mantienen en el consenso productivista.

A todo este caos, basado en el crecimiento de una oligarquía cada vez mas reducida gracias al aumento de la austeridad de la inmensa mayoría, se le puede llamar decrecimiento infeliz. Y resulta que ante esta posición de ceguera generalizada existe la evidencia de que, queramos o no queramos, el 99% vamos a decrecer (o ya estamos decreciendo) dado el avanzado estado de esquilmación de recursos y de boom demográfico humano.

Ante esta tesitura y posición de ceguera del sistema

MANIFIESTO:

Que es URGENTE iniciar un movimiento de transición desde el decrecimiento infeliz a un decrecimiento feliz que se obtenga a partir de las siguientes 20 acciones de transición, descritos en este DOBLE-DECÁLOGO transicionero, hacia el decrecimiento feliz:
  1. La 1ª transición será: desde lo material y crematístico a lo humano.
  2. Desde el consumismo al consumo responsable.
  3. Desde la innovación para fines cortoplacistas como la obsolescencia programada a las cuatro erres (reducir, reutilizar, reciclar, y restaurar ecosistemas en degradación).
  4. Desde el productivismo global a la producción local.
  5. Desde el antropocentrismo exclusivo al ecocentrismo en el que se incluya lo humano como parte de la biosfera.
  6. Desde la competitividad… a la cooperación.
  7. Desde el individualismo autista… al apoyo mutuo.
  8. Desde el egoísmo monetarista… a los bienes relacionales.
  9. Desde el estado de bien estar… al bien vivir.
  10. Desde la mega-ciudad parasita… a la agroecología.
  11. Desde el monopolio… al polipolio.
  12. Desde el monocultivo… al policultivo.
  13. Desde el pensamiento único… a la diversidad cultural, lingüística y la biodiversidad.
  14. Desde la nefasta revolución verde, la biopiratería y el damping… a la soberanía alimentaria.
  15. Desde el extractivismo, rapaz, usurpador y cleptómano… al cuidado y respeto de la pacha mama.
  16. Desde el despilfarro esquilmador… a la sencillez voluntaria.
  17. Desde la manía de la hegemonía… a la convivencia biosferica.
  18. Desde el machismo patriarcal… a una sociedad donde la relación hombre mujer sea totalmente horizontal.
  19. Desde la meditación divina… a la reflexión humana y naturista.
  20. Desde las guerras militares y económicas… a la paz entre todas las personas y animales.

En una palabra es necesaria y urgente una transición desde el decrecimiento infeliz al decrecimiento feliz.


1 comentario:

  1. Afirma el preámbulo al manifiesto que "se preocupan más por los recursos energéticos que por los recursos materiales cuando los primeros son ilimitados y los segundos no".
    Es cierto que en cuanto a materiales el planeta es un sistema prácticamente cerrado. No es así en cuanto al intercambio energético con el cosmos.
    Yo habría sustituido el adjetivo "ilimitado", porque el límite existe, y aparece en cuanto se supera lo que es renovable en tiempo real.

    Hay que entender que por "recursos energéticos" se refiere a la sed de energía del sistema (que también incluye el hambre de materiales), y por "recursos materiales" a los necesarios para sostener la vida.

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