He aquí dos "líquidas perlas que se desprenden tranquilas..." de las páginas de opinión de El País, con total desparpajo.
Airado, como corresponde al medio que empleo, diferente del habitualmente melifluo tono del diario global, las he comentado así en FaceBook:
Primer comentario...
¡Desgraciados! ¿Es que no os dais cuenta de que el mayor problema es la penuria? Me parece magnífica la aspiración ética a una actividad extractiva responsable que respete los derechos humanos.
Pero el problema es aún mayor, y estos biempensantes a los que permite publicar El País están ciegos (tal vez voluntariamente) y no lo ven. Como lo ocultan los dueños del medio que las publica. ¿Por qué será?
El gran problema es que cuanto más escasea y más difícil de extraer es un recurso, sea energético o sea un mineral metálico escaso pero imprescindible para la tecnología, cuanto más escasea, como digo, la energía, más energía se gasta en obtenerla. El proceso de agotamiento se acelera de modo inexorable. Hasta que la tasa de retorno energético sea la unidad, esto es, hasta que para obtener cada caloría haya que emplear una caloría. La huida hacia delante del toro para escapar de toriles lo conduce a la calle de la Estafeta y de allí a la plaza.
La energía degradada, cada vez más, se acumula en forma de calor, y la materia degradada en forma de basura. Es la ley de entropía, entendida como medida de un desorden creciente. Exponencialmente creciente.
Frente a eso, sólo queda la autocontención que pide Jorge Riechmann. Pero la también creciente entropía mental la hace difícil. Porque ¿cómo pedir responsabilidad por abajo para implantar esa austeridad que se destroza por arriba?
Esa es la entropía social, ya innegable, que desordena toda la sociedad para ordenar las cuentas de los más ricos.
"Y el que dijere lo contrario, miente"
...alusivo a este artículo:
El proyecto de legislación sobre materiales estratégicos que prepara la UE encuentra resistencias
GUILLERMO OTANO y MARTA MENDIOLA
Segundo comentario:
Hoy están que se salen. ¿Es posible que para decir una verdad y exigir inversión en salud haya que poner estos ejemplos y estas fotos? ¿No hay otras? La "moralidad sesuda y mesurada" de El País no da puntada sin hilo. Asco me dan.
Pero el mecanismo deformativo es más general y no se suele percibir, como no se percibe la atmósfera en la que estamos sumergidos.
El menos agudo debería ver que todo lo que se publica tiene matices más o menos subliminales, que hay campañas muy planificadas y muy bien orquestadas.
Sin que ahora sea el sermón en la misa lo que adoctrina, se hace todo lo posible para que la ideología dominante siga siendo la de la clase dominante.
Poco importa que la ola de dificultades de los países en que gobiernan los malos sean provocadas, en parte, por la coyuntura económica reconducida contra ellos por el poder global. Eso es lo de menos. Lo importante es proteger la ganancia a los ganadores y crear ganado para los ganaderos.
Como dijo Werner Von Braun, "yo lo que quiero es ir a la Luna".
Cada vez los trago menos.
Y el artículo:
El aumento de los problemas crónicos pone en peligro vidas, familias y economías enteras
Protesta por la falta de medicamentos en Caracas (Venezuela), el 13 de abril de 2016 |
Cada vez los tragas menos. Yo ya ni los ojeo. Misa, sermón y doctrina no han desaparecido, simplemente han cambiado de forma y lugar.
ResponderEliminarLa religión del Capital adora al Dinero como Único Dios Verdadero. Con sus sacerdotes, sacristanes, monaguillos, predicadores...
ResponderEliminarY el Sagrario, la caja fuerte donde guardan su Cuerpo Místico. De allí lo sacan para dar la comunión a sus fieles.