Descifrar a China (I) ¿Desacople o Ruta de la Seda?

El economista Claudio Katz, profesor de la Universidad de Buenos Aires, examina la compleja realidad china en tres extensos artículos. Dado el conocimiento muy superficial, lleno de tópicos y bastante maniqueo que casi todos tenemos de este país, es importante un análisis sosegado. Si todos los demás se hallan en una encrucijada y son muy divergentes los futuros posibles, China no es ajena a estas incertidumbres.

La pregunta inicial de este primer artículo coloca en paralelo a las dos mayores potencias de este tiempo. Los Estados Unidos, aun con intereses compartidos por sus principales actores políticos, ha oscilado siempre entre el aislacionismo y el intervencionismo, aunque los alterna muy bien, construyendo su escudo protector y blandiendo al tiempo su espada invasiva.

Algo parecido, con otros matices, ocurre con China. Desde luego que su intervencionismo no es militar. Su gran batalla es comercial, y se da en el gran mercado del mundo. La disyuntiva en su caso es ¿aislamiento defensivo, centrado en la producción y el consumo internos, o expansión de los intercambios a escala planetaria?

Como en el caso anterior, no hay una separación radical entre ambas posibilidades. No es tampoco real que una mano de hierro gobierne el país con absoluto dominio de las realidades contradictorias que siempre se dan: "aquí y en Pekín".

Oscilación entre tendencias socializantes y liberales, entre partidarios del socialismo o del capitalismo, lucha de clases, tanto más real (y también allí es efectiva) cuanto más desigual se vuelve su sociedad por la introducción de mecanismos del capitalismo expansivo. Pero no olvidemos que allí el aumento de la desigualdad no se ha visto acompañado de mayor empobrecimiento de los más pobres.

Diversas tendencias, ignoradas en nuestros países, compiten allí, como en todas partes. El futuro tampoco en China está escrito.

Recomiendo vivamente la lectura atenta de los artículos, de los que aquí solo traigo el resumen.

Descifrar a China ¿Desacople o Ruta de la Seda? (I)

EL GIGANTE ASIÁTICO HA INICIADO UNA RECUPERACIÓN QUE CONTRASTA CON LA CONTINUADA RECESIÓN DE LAS ECONOMÍAS OCCIDENTALES

Claudio Katz

El control de la pandemia en China no anula el impacto generado por una infección, estrechamente conectada a la globalización capitalista. Ese efecto obliga a replantear la estrategia económica de la nueva potencia. La asociación con Estados Unidos fue quebrantada por la crisis del 2008 y el desacople no dio los resultados esperados.

La Ruta de la Seda supone un retorno al mercado mundial para atemperar la sobreproducción, pero reaviva la disputa con Washington. La confrontación comercial ya se trasladó a la moneda y se dirime en la tecnología. Nadie sabe quién ganará esa batalla, pero las divergencias políticas y las tensiones sociales internas serán definitorias de ese resultado.

RESUMEN

Mientras la pandemia rebrota en Occidente, China exhibe un mayor control de la infección. Ya nadie recuerda el escenario inicial de la enfermedad en Oriente, que Europa y Estados Unidos observaban como un acontecimiento ajeno. La secuencia de contagios y fallecimientos ha sido más dramática en la migración del virus, que en su primera localización.

China mostró un camino de contención del Covid, que combinó el cierre de localidades, con restricciones a la circulación y distanciamientos sociales. Los gobiernos occidentales que esperaban el debilitamiento de su rival quedaron decepcionados. La pandemia golpea con más fuerza a sus propios países.

Todas las tonterías que difunde Trump sobre un virus fabricado adrede, para afectar a los Estados Unidos con complicidad directa de la OMS, no logran ensombrecer la efectividad exhibida por China. La imagen internacional de ese país quedó afianzada, con los respiradores y equipamientos médicos enviados a varios continentes. Esa “diplomacia del barbijo” sintoniza con la propuesta difundida por Beijing, para transformar la vacuna en un bien público mundial.

Pero también es cierto que la pandemia comenzó en China por el creciente protagonismo de ese país, en los desequilibrios generados por la globalización. El Covid irrumpió en todo el planeta por tres efectos de ese proceso: el agravamiento del hacinamiento urbano, el descontrol de las cadenas globales de valor y el des-manejo en la industrialización de los alimentos. La penetración del capitalismo en China agravó esos impactos.

El gigante asiático ha iniciado ya una recuperación económica que contrasta con la continuada recesión en las economías desarrolladas. Pero las tasas de crecimiento en Oriente son muy inferiores al promedio habitual. Por primera vez en décadas, el gobierno no anunció una meta productiva y las perspectivas de exportación son tan sombrías como el nivel de desempleo (...).

Este escenario obliga a revisar la estrategia económica. Los mismos dilemas que afloraron con la crisis del 2008 vuelven a primer plano e inducen a definir si la prioridad será el desarrollo interno o la expansión global.

(sigue)