martes, 24 de noviembre de 2020

Verde, que té quiero verde...

El químico alemán sigue haciendo de las suyas (recordemos: macarrones con las piedras...). La intermitencia e inestabilidad de las energías renovables obliga a seguir dependiendo de las fósiles:



La Fiebre del Hidrógeno 2.0 (II)

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(...)

Una cuarta razón es más propagandista. El concepto este permite justificar ante el público que se está avanzando en la ‘transición energética’ a la vez que esconden que en realidad se ha llegado a un límite de penetración de las renovables que no permite continuar introduciéndolas si no es empezando a parchear la situación. Precisamente esta fiebre por el hidrógeno es un parche.

Un parche que sirve para tapar varios hechos importantes que públicamente no se reconocerán, incluso se negarán:

  • Que se ha llegado un punto en que el aumento de la potencia renovable no se puede aumentar sin acometer cambios muy sustanciales en la red eléctrica, algunos de los cuales son muy difíciles de justificar.
  • Que la intermitencia y la inestabilidad que producen las renovables se ha convertido en un problema de facto de muy difícil solución.
  • Que tenemos cada vez más dependencia energética de los combustibles fósiles  y sus proveedores (el cuento del hidrógeno es está usando como presunta vía para la independencia energética, o, más concretamente, gasista).
  • Que no tenemos maneras viables de soslayar el problema de la intermitencia que no pasen por una prolongación del uso de combustibles fósiles.
  • Que la electrificación es mucho más costosa que lo públicamente aceptado.
  • Que la electrificación es mucho más difícil de lo públicamente aceptado, y que por tanto hay procesos que no queda otro remedio que adaptar. Concretamente ciertos usos industriales del calor de muy altas temperaturas, como el reciclado del vidrio. No se puede electrificar.
  • Que la electrificación del transporte no lleva el ritmo esperado y que será más complicado de lo previsto, especialmente del transporte de mercancías a largas distancias. Vamos, los camiones (ojo, que en Alemania el Deustche Bahn - DB transporta una gran cantidad de mercancías por tren electrificado, pero esto tampoco está dentro del ‘menú verde’ que se nos ha servido, a pesar de cuadrar con muchas cosas). Por eso lo del transporte alimentado por hidrógeno.
  • Que las baterías tienen ciertos límites que a medio plazo hacen inviable su uso para ciertas cosas como almacenar energía en cantidades suficientes como para aguantar la intermitencia diaria, menos aún la eólica estacional, así como su uso para camiones de gran tonelaje y largas distancias.
  • En suma, que la transición energética es un fracaso incluso ahora que aporta menos del 10% de la energía mundial… si contamos la hidroeléctrica (que apenas es intermitente, amén de ser muy controlable), porque si nos ceñimos a la eólica y la fotovoltaica, estamos hablando del orden del 2%... y sin embargo ya están en los límites máximos de penetración en estos países del norte.
  • Que Europa, que ya perdió la batalla industrial de la fotovoltaica (apenas quedan fabricantes de fotovoltaica fuera de China), ahora no piensa perder el de las renovables (eólica, léase Siemens, Gamesa y compañía, ninguna de ellas hermanitas de la caridad) eólicas, ni de las turbinas de Gas (otra vez Siemens, con los ‘peakers’) ni de la industria del hidrógeno (que, en realidad, poco futuro tiene).
  • Que todo esto va de negocios de grandes empresas. Por mucho que digan, las renovables no tienen nada de democráticas. Los mayores aportadores son la hidroeléctrica y la eólica, todas en manos de grandes empresas, al igual que la gran producción fotovoltaica, donde el ocasional panelillo privado en el tejado es meramente anecdótico en cuando a contribución energética. Y en todo caso, el que más contribuye de forma privada, no es el obrero de barrio, sino el ricachón con un chalé enorme donde poner los panelillos visibles junto al Tesla, para que luzcan y demuestren su virtud divina, su superioridad moral (y status).

Sin embargo, la pintura está lejos de ser completa.

Ampliaremos el panorama en la próxima entrega.

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2 comentarios:

  1. De modo que, todas y todos vosotros, pobres hambrientos del mundo, niños y niñas de vientres henchidos que parpadeáis moscas, que envenenáis vuestros tiernos pulmones 12 horas diarias en las minas por unos míseros centavos, o inhalando el mortal heptano del calzado que ensambláis para esa empresa tan divertida y modélica, que rebuscáis hasta la extenuación entre las inmundicias de los descomunales vertederos que el mundo opulento tan generosamente os lega, expuestos a toda clase de enfermedades y carencias por un mendrugo de pan, que ingenuos y confiados sacrificasteis vuestra vida por un futuro que estaba de antemano incluido en el expolio: todos vosotros y vosotras, digo, podéis estar tranquilos, los propietarios del mundo vigilan el nivel de los mares y el boquetazo de ozono, velan por el medio ambiente, por la naturaleza y por el sano verdor de vuestro futuro. Caperucita Verde puede deambular tranquila y segura por el bosque.

    https://arrezafe.blogspot.com/search?q=caperucita

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    1. Para cuando escribiste esto el tema ya era tan sabido como obviado, desde muchos años atrás. Y en esa seguimos.

      Machacando en hierro frío. A ver si también así se convierte el trabajo en calor.

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