domingo, 3 de enero de 2021

"Manolo Campañó" (I)


Entraba el año y salía del tiempo Manuel López Esperón. Ayer mismo lo despedía en su aldea un pequeño grupo de familiares, vecinos y amigos. La pandemia que nos aísla impidió acercarse a los camaradas que le habrían rendido el homenaje que siempre mereció y al que nunca aspiró. Muy pocos pudimos estar presentes, muchos más habrían querido estar.

Manolo entendió bien lo poco que valen los aplausos y los homenajes. De ellos solo importa el amor sincero de quienes tienen motivos para rendirlos. Por eso no asistió siquiera al que se rindió a los veteranos del Partido, hace ya años, en Santiago.

Para una publicación que se hizo entonces le pedí algunos datos biográficos. Me contó pocas cosas, y tomé unas notas que conservo. Su laconismo era el resultado de décadas de clandestinidad. Aprendió a callar, incluso sometido a torturas, y no un día, ni dos... El hábito de la reserva lo mantuvo toda la vida.

Solo en tres ocasiones le oí contar algo sobre sí mismo. La primera vez se sinceró, creo recordar que en una conversación de sobremesa, sin más presentes que él, mi compañera Soco y yo mismo. Las otras dos se vio en la obligación de hablar. Fue en el cafetín de la Alameda donde tomé las notas biográficas que me sirvieron para aquella reseña que no encuentro ahora. Más adelante, en el hotel Virgen del Camino en que vivía entonces, le presenté a Pepe Álvarez, el historiador imprescindible para conocer la historia de la represión en Pontevedra, a través de sus libros y del blog Pontevedra nos anos do medo. La charla, me comenta Pepe, fue fructífera, y los archivos consultados le confirmaron lo aportado por Manolo.

Desapareció del hotel y le perdí el rastro. Casi un siglo de vida y mucha experiencia. El ha sido el último de los veteranos, el más joven de ellos. Ya no queda nadie a quien preguntar directamente sobre aquellos años de plomo. Muchos de estos héroes de hierro han vivido un siglo o más, sobreponiéndose a los padecimientos sufridos. Sin duda la fuerza de las convicciones y la salud mental conscientemente cultivada en medio de la adversidad ayuda a mantenerse vivo.

Para conocer la calidad humana del personaje es muy interesante lo que cuenta sobre él Juan José Esperón, hoy mismo en Pontevedra Viva.

Encontré estas notas, creo que corresponden a lo hablado en el cafetín:


Manuel López Esperón (“Manolo Campañó”)

Algunos datos biográficos

Nace en julio de 1924.

Desde niño, durante la república, participa en la Sociedad de Agricultores, en la que eran influyentes el PCE y el PSOE.

Hizo estudios de magisterio.

La SdeA aportaba la visión de los jornaleros en las comisiones de resolución de conflictos.

Participó en las Juventudes Socialista y en la Juventudes Comunistas.

Recuerda cómo en 1936 tuvieron que quemar los libros de la Sociedad.

Sobre su parroquia (Campañó), considera que eran más progresistas algunos de los ricos (cita al padre del suegro de Mariano Rajoy) que la mayor parte de los más pobres.

Al final de la guerra, trabajo clandestino en la ciudad.

Punto de apoyo fue Julio Rey, padre del relojero Arturo Rey.

Unión de Intelectuales Libres.

Juventudes Republicanas.

Recuerda de entonces a Alejandro Gama.

Hacia el año 40 ingresa en el Partido.

Miembro primero del comité local, luego del comarcal, intercomarcal y provincial.

Recuerda que después entró al Partido Carlos Crespo Alfaya.

Secretario de agitación y propaganda y después secretario de organización.

Fue enlace con la guerrilla. Recuerda a Buzarra (?).

Hacia 1945 se trató de reorganizar la UGT.

Fue detenido en Vigo a primeros de junio de 1948, cuando estaba allí destinado para reorganizar el Partido.

También fueron detenidos Alfaya, Carrera, y de la JSU Gonzalo Velasco.

“Fuerzas Armadas de la República Española”.

Detenido en Vigo, estuvo en comisaría. Durante 21 días fue interrogado y torturado.

Entonces llevaba una larga melena y barba. Y empezaron colgándolo de una puerta por el pelo. 

Sospecha que finalmente el interrogatorio continuó bajo los efectos de alguna droga.

Los interrogatorios eran supervisados por la guardia civil.

El mejor truco para no contestar era el retraso en las respuestas y tratar de olvidar.

Burlas: lo llamaban “Segundo Cristo” y “Segundo Francisco de Asís”.

Le hicieron la ficha y le cortaron el pelo y la barba.

Todo esto duró más de 40 días.

Pasó a la cárcel incomunicado, pero eso supuso para él un gran alivio, fue el día más feliz el de ir a la cárcel con todos los otros. En una hora la brigadilla lo llevó a La Parda.

Porque había rivalidad entre la policía y la guardia civil.

De la cárcel, tras el proceso, no se podía sacar a nadie para llevarlo a una comisaría o a un cuartelillo.

Consejo de guerra y condena a 12 años.

A Crespo Alfaya y Carrera los condenaron a 10 años. A otros a 8, 6, 4, 2, y alguno salió absuelto.

Los de menos de cuatro años de condena quedaron en Pontevedra, y a los otros los trasladaron al penal del Dueso.

Se redimían penas por el trabajo, en talleres mecánicos, de carpintería, y en otros oficios, ganadería, explanación de tierras, jardines…

Él redimió dos o tres años por dar clases en la escuela y por oficios varios. Aquí recuerda a Fraga, relojero de  Marín.

Permaneció en prisión hasta agosto de 1952, beneficiado por dos indultos.

Quedó en libertad vigilada. La guardia civil pretendía que en 20 o 25 días se le expulsara de España.

Lo detenían por sistema en otras ocasiones, como hicieron durante la visita de Eisenhower a Franco.

Continuó su actividad en el Partido. Recuerda la visita de Antonio Núñez Balsera. Estableció contacto con Manolo Domínguez, Fortes, Brieva (?).

Asistió al V congreso del PCE. Ayudado por un matrimonio francés, cruzó la frontera por Irún.

Fue un largo viaje con etapas de distracción: Limoges, París, donde permaneció 15 días, Niza, Cannes, San Remo, Génova (Milán) Udine…

En Italia estuvo alojado en casa de Giancarlo Pajetta (no anoté bien si fue a la vuelta).

Pasó a Austria campo a través. Tomó un tren a Viena y de allí, en avión, fue a Praga.

Relata varias anécdotas sobre su viaje y sobre el congreso.

Informes de Santiago Álvarez, Moncho de Ferradás, Barreiro…

Vuelve por Venecia, París, Barcelona, Zaragoza, Madrid, a Pontevedra, donde ya lo esperaba la policía.

Otra detención. Justifico que había pasado dos o tres meses en Madrid, Zaragoza, Barcelona. Aun así, pasó 28 días en La Parda.

No recuerda si antes o después estuvo con Antonio Núñez. Luego estuvo con Manolo Barros.


(En algún momento habló de Stalin, los campos de concentración…)


5 comentarios:

  1. "Su laconismo era el resultado de décadas de clandestinidad". Un laconismo inherente a muchos miembros militantes del PC en aquella época de necesaria clandestinidad.

    Que la tierra le sea leve y la memoria larga y fiel.

    ResponderEliminar
  2. Grazas, Manolo Campaño, amigo y camarada

    ResponderEliminar
  3. OBRIGADOS , MANOLO, ÁS NOVAS GERAÇOES NÂO ESQUECERAM

    ResponderEliminar
  4. Grazas Guirado,xa sei un pouco máis de Manolo, agradeceríache que me deras autorización para copiar o que escribeche, estou preparando a segunda parte que fala de meu curmán.

    ResponderEliminar
  5. Comentario de Pepe Álvarez:

    Manolo López Esperón "Campañó", como outros militantes de tempos difíciles, non tivo o recoñecemento político ou institucional que merecía. Ao finalizar a ditadura a inmensa maioría da sociedade e dos partidos decidiron non mirar os referentes do pasado e impúxose o esquecemento, poida que o exemplo de militancia e integridade dos vellos combatentes lles resultase unha lembranza incómoda en tempos de mudanzas e renuncias a principios que sempre consideraran irrenunciables.

    Xa haberá ocasión de falar máis de Esperón; como recordo transcribirei a acusación do fiscal na causa militar que se lle incoa no ano 1948: "Secretario político del Comité Inter-comarcal del Partido comunista de Pontevedra y asimismo Secretario de Agitación y Propaganda del Comité comarcal de la misma Capital. Organizó los comités comarcales del Partido de Villagarcía, Puente Caldelas, Caldas de Reyes y Cachafeiro. Activísimo propagandista del comunismo, recibió numerosa y variada propaganda para su difusión en la provincia; recaudó dinero mediante la entrega de sellos de cotización; tenía una máquina multicopista que ocultó en el domicilio de [...] y asistió a numerosas reuniones clandestinas del Partido".

    A sentencia aumentou de 10 a 12 anos de cárcere a petición do fiscal. Estivo internado en diversas prisións, entre elas no penal de El Dueso. Como historiador sempre lle agradecerei as súas informacións. Que a terra lle sexa leve!

    ResponderEliminar