sábado, 5 de enero de 2013

La situación de la clase trabajadora en España

Dos extractos y una apostilla.

Sobre algo que escribe Vicenç Navarro en Público.es:

Primer extracto:
La pobreza de EEUU es, junto con la de España, de las más elevadas hoy en aquel grupo de países, y ello se debe, además de la pobreza de los salarios en ambos países, a la escasa capacidad redistributiva de sus Estados. Así en EEUU, el 27% de la población sería pobre si no interviniera el Estado federal y estatal (equivalente este último al autonómico en España). Una vez este Estado interviene, la pobreza baja a un 17,3%, es decir un bajón de 9,7 puntos. En España, tal reducción es algo mayor. Debido a la intervención del Estado, la pobreza baja 13,2 puntos, siendo una de las reducciones más limitadas y más bajas, junto a la de EEUU, entre los países estudiados. Como punto de comparación, el Estado francés reduce la pobreza 25,4 puntos, Alemania 23,6 puntos, Finlandia 22,1 puntos, y así un larga lista. El Estado redistribuye muy poco tanto en EEUU como en España. De ahí que sean los países más desiguales dentro del grupo de países analizados.
Segundo extracto:
Hoy, la situación de la clase trabajadora española se está empeorando resultado de las políticas iniciadas por el gobierno Zapatero y acentuadas mucho más por el gobierno Rajoy, y que incluyen unas reformas laborales que tienen como objetivo la reducción de los salarios y unas políticas de austeridad que están recortando el gasto público social, incrementando incluso más su regresividad y escasa vocación redistributiva. Tales políticas se están promoviendo para aumentar la “competitividad” de la economía española y poder estimular las exportaciones que supuestamente sacarán a España de la crisis.

Tal argumento, ampliamente aceptado también por la sabiduría convencional económica neoliberal, olvida que durante estos años de crisis las exportaciones españolas han ido aumentando a la vez que los salarios han ido bajando sin que ello haya repercutido en reavivar y estimular la economía. Y ello como consecuencia de que la recesión existente en España se debe precisamente a la escasa capacidad adquisitiva de la población (resultado de la bajada de los salarios) y a la reducción del gasto público (que contribuye al descenso de la necesaria demanda). La sabiduría convencional que siempre reproduce la visión de los grupos poderosos (tanto en las esferas económicas y financieras, como en las culturales y mediáticas) que dominan la vida política y mediática del país, está profundamente equivocada.
Apostilla:
Esa sabiduría convencional está equivocada en dos sentidos.
Se equivocan los trabajadores si aceptan recortes con la idea de que aumentar la competitividad nos hará salir de la crisis; ¿a quiénes? La prosperidad que les pregonan es la otra cara de su explotación.
A los capitalistas lo que les importa es su beneficio. No se equivocan, es que engañan. Ahora mismo salvan la situación, y si esa salida no tiene futuro, confían en seguir reinventando la economía, como han hecho hasta ahora.
Pero se equivocan en esto último, porque ni siquiera en el presente puede funcionar. Los costos salariales no pueden bajar más allá de un punto. El tiempo de trabajo no puede aumentar mas allá de un límite. Ni el mucho consumo de pocos puede compensar el poco consumo de muchos.

Nunca el aumento de la capacidad exportadora, aumento debido a los bajos salarios, podrá compensar la bajada del consumo interno, bajada debida a los bajos salarios.

Como lo mismo intentan hacer todos los países en situación precaria (en el fondo, todos), tendremos a muchos intentando exportar lo que ninguno puede consumir. Crecimiento de oferta mundial sin demanda solvente posible. Contradictorio intento global de aumentar la producción bajando el consumo.

El único resultado es la exclusión social generalizada. La lógica del sistema conduce a una radical división de la sociedad en tres sectores:
  • una masa creciente de excluídos de la producción y del consumo
  • una más o menos estabilizada de superexplotados
  • una minoría decreciente de sobreconsumidores de bienes de lujo
Además, en un sistema cerrado, sin aportes exteriores, sin entradas ni salidas, el mecanismo se para.

Pura TERMODINÄMICA.

¡No existe el móvil perpetuo!

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