sábado, 12 de enero de 2013

Una pequeña-gran enciclopedia de la teoría del imperialismo

¿Quién dice que la rapacidad no tiene límites? Pues ya están aquí.



Recojo algunas cuestiones planteadas por Renan Vega Cantor en la presentación del libro de Claudio Katz, Bajo el Imperio del Capital, Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2011.


No voy a mencionar todos los importantes aportes de este libro. Simplemente quiero plantear, para concluir, dos elementos de discusión con Claudio Katz. Un primero está referido a lo que decía al comienzo de estas palabras, que el libro recoge casi todos los aportes, pero creo que le faltó uno, que en este momento es muy importante, como es el relacionado con el imperialismo ecológico, propuesto por autores como John Bellamy Foster y por mi persona. La importancia de este concepto estriba en que, a mi parecer, ayuda a replantear algunos aspectos de la teoría marxista del imperialismo, como los referidos, por ejemplo, al establecimiento de otros límites que van más allá de los límites económicos, a los que hace referencia Katz. Sin embargo, el imperialismo ecológico plantea el problema de los límites en otra dimensión, recalcando que el agotamiento de los bienes comunes, la destrucción de los ecosistemas, el agotamiento de las fuentes hídricas, el calentamiento global, el descongelamiento de los casquetes polares, la desaparición de especies, las distintas formas de contaminación no son algo secundario sino fundamental, hasta el punto que todos esos asuntos ponen en riesgo la misma reproducción de la acumulación de capital, al considerar el problema del agotamiento de los bienes comunes de tipo natural (lo que Marx denominaba condiciones de producción) como resultado de la lógica misma de crecimiento infinito. Este hecho no se sustenta en futurología especulativa, que con razón le gusta criticar a Katz, sino en la constatación de datos empíricos incontrastables (aunque a menudo ocultados por las clases dominantes de Estados Unidos y sus propagandistas y que gran parte de los economistas no suelen considerar), sobre el agotamiento irreversible de materias primas indispensables para el funcionamiento del capitalismo, empezando por el petróleo. Esto sitúa la discusión en otro plano, en lo relativo por ejemplo al estancamiento. Porque, obviamente, en un planeta de recursos limitados resulta insostenible el crecimiento ilimitado, lo que pone en cuestión el mismo modelo chino, de un crecimiento del 15% anual o tasas semejantes. Y aquí se plantea, de paso, otro asunto que menciona Claudio de manera tangencial como es el relativo al modelo energético basado en el petróleo, en el sentido que vale hacerse la pregunta si es posible construir otro patrón energético que tenga la misma efectividad que las energías fósiles y que permita que el capitalismo energivoro siga funcionando tal y como lo conocemos.

En ese contexto, la cuestión del estancamiento alcanza otra dimensión, que ya se ve en algunos lugares del mundo (como Haití), que consistiría en mantener amplios sectores de la población de miseria, hambre y subconsumo de materiales y energía, al tiempo que cada vez se achicarían más los guettos invertidos de sectores minoritarios de la población –formados por las clases dominantes y algunos sectores de las clases medias- que mantendrían su consumo energético despilfarrador, que les permite mantener su estándar de vida al estilo estadounidense. Visto así el asunto, el estancamiento no se vería solamente en la perspectiva que critica Claudio Katz de una especie de regresión y parálisis de las fuerzas productivas, sino como la expresión de un quiebre civilizatorio.

El otro punto que quiero dejar planteado en la discusión y que no me quedó claro es el relativo al ciclo económico, o más exactamente a las ondas largas. Las crisis periódicas indican la permanencia del ciclo, y eso lo enfatiza Claudio, pero lo que dice sobre las ondas largas no es del todo claro. A ese respecto cabría preguntar en donde nos encontramos, o en una fase de expansión (similar a la de los treinta gloriosos) o en la misma fase descendente que se inició en 1967-1973. Esta creo que no es una pregunta formal, de periodización, sino que tendría que ver con el análisis estructural y de larga duración de la crisis actual como una crisis de sobreproducción y no como una cuestión financiera o inmobiliaria meramente coyuntural.

1 comentario:

  1. Superinteresante,tomo nota,hay que leerlo con tranquilidad,"metabolizarlo".
    Buena explicación, didactica,orientativa,matizada,Juan José.
    Unha aperta agarimosa

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