miércoles, 30 de enero de 2013

Políticamente incorrecto (IV)

Álvaro García Meseguer fue un notable investigador del CSIC, gran experto en hormigón. Conocemos, muy de primera mano, un enciclopédico tratado sobre hormigón armado, el famoso Jiménez Montoya, del que fue uno de los coautores.
 
Pero tuvo otras (pre)ocupaciones. Desde su feminismo, llegó a ser una autoridad en el tema del sexismo lingüístico. Transcribo esta reseña 

La lengua española no es sexista, lo son los propios hablantes y oyentes


ÁLVARO GARCÍA MESEGUER

El escritor, profesor e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Álvaro García Meseguer, publicó un libro en 1977 donde afirmaba que la lengua española era profundamente sexista. Sin embargo, ya en la década de los noventa, redactó una segunda obra titulada ¿Es sexista la lengua española?, donde se retractaba de su opinión anterior; como se pudo comprobar ayer durante su intervención en la segunda jornada del congreso “Mujer y medios de Comunicación” celebrado en el Auditorio de Murcia. “Hasta hace pocos años mi respuesta a la que da título este libro habría sido positiva. Pero un estudio más profundo del género gramatical me hizo ver que había confundido género por sexo. Ahora afirmo que la pobre lengua es inocente y que el sexismo lingüístico radica en el hablante o en el oyente, pero no en la lengua.

En un primer momento no fue fácil convencer a sus seguidores de este cambio radical. “Recuerdo que hasta he sido acusado en público de haberme vendido al enemigo o de cambiarme de chaqueta. Pero esto demuestra que han leído mis libros de forma muy superficial”.

García Meseguer afirma no importarle el sexismo social sino el lingüístico. “Si dices el gobierno está formado por quince varones y tres mujeres, estás poniendo en evidencia un sexismo social pero la frase es impecable. En cambio si dices seis varones y seis hembras, describes una situación no sexista socialmente pero sí lingüísticamente”, explica.

El Diccionario de la Real Academia Española está repleto de definiciones sexistas. Prueba de ello son las diferencias de significado entre las palabras como “verdulero” y “verdulera” y “zorro” y “zorra”. Sin embargo, el escritor no culpabiliza a la RAE de estas acepciones. “El diccionario no tiene culpa, ya que solo refleja los hechos de habla. Lo que se le puede censurar al diccionario es que a la hora de definir utilice palabras que son sexistas. “Cine enerve”, por ejemplo, es descrito como, sin fuerza y afeminado. La primera palabra sobra, ya que va en contra de la imagen de la mujer. Por lo tanto, la Academia no debería apoyarse en esa palabra para definir otras”, afirma.

Álvaro García afirma que aún sigue existiendo problemas de género entre los periodistas. “Una persona muy machista, aunque ahora está un poco más corregido, era Jesús Burgos, pensaba que los lectores de diarios eran sólo hombres. Sin embargo otro columnista, Francisco Umbral, ha sido desde siempre exquisitamente feminista”.

A pesar de estos problemas de género, la lengua castellana, no se encuentra entre las más sexistas. Para el profesor, el inglés está menos avanzado en este tema. “El inglés es una lengua que no conoce el género pero sí tiene marcas directa como los posesivos, en donde se emplean las referencias de macho y hembra”.

La solución estará en la educación. “Si los profesores de primaria estuvieran muy sensibilizados en este problema, que no lo están, incidirían en estas soluciones lingüísticas para que no ocurrieran”, concluye.

La Opinión. 23 de noviembre, 2002.

Y dejo este enlace a una ponencia suya:

EL ESPAÑOL, UNA LENGUA NO SEXISTA

Es muy interesante. ¡No os la perdáis!

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