martes, 12 de abril de 2016

Las imposibles soluciones. El petróleo se agota y es irreemplazable (IV)

Por su longitud, y para una lectura más pormenorizada, dividí en varias entradas el artículo de Rodolfo Crespo sobre el cuello de botella del capitalismo en esta su última fase. Ya comentadas las partes  I  II  y  III , toca ahora la cuarta, y en ella el aspecto tal vez más problemático a considerar.

Se trata del tema de la energía. No podemos olvidar que hasta hace dos o tres siglos la mayor parte de la empleada para todas las necesidades humanas era renovable, pero desde entonces se está utilizando una energía fósil que se acumuló durante cientos de millones de años y que puede dilapidarse en pocos cientos de años: la velocidad de su consumo es del orden de un millón de veces más rápida que la de su producción.


No se habla aquí de otros factores productivos (salvo un apunte sobre la energía nuclear), como los minerales metalíferos, que no son renovables ni siquiera a la escala geológica del petróleo. Tampoco de factores destructivos, como la acumulación exponencial de residuos por tierra, mar y aire, de la que es acuciante la contaminación atmosférica por gases de efecto invernadero.

Basta en todo caso para entender la magnitud del problema lo que sigue.
Pero ¿y si no es cierto que el pico del petróleo sea ya un hecho, que con técnicas de extracción tan agresivas como el
fracking se consiga prolongar la agonía energética, incluso por mucho tiempo?


Entonces es cuando podemos dar por concluida la civilización humana: entonces sería el planeta y sus habitantes quienes pagarían las consecuencias, mucho antes del agotamiento energético.

Pero ese es tema para otro artículo.




4. El petróleo, cuya energía constituye la base material de la reproducción del sistema capitalista se agota, y no hay ninguna otra capaz de reemplazarlo 34 .

Casi todos los estudios que hacen alusión a la crisis estructural del sistema-mundo capitalista hacen principalmente referencia a las contradicciones intrínsecas al propio funcionamiento del sistema, que llegado a determinado nivel se hacen insalvables, y es lo que lleva a determinar, tras su constatación, que la crisis es de naturaleza estructural y no cíclica, pasajera, como muchas otras que han afectado al sistema.

Pero casi ninguno ha evocado, al menos con la debida fuerza, a un aspecto del modo de producción capitalista: la energía que lo mueve, y que en el caso del capitalismo es la energía que proviene del petróleo.

¿Y qué es lo que le ocurre al capitalismo contemporáneo en ese sentido?.

Que el petróleo se agota 35 .

¿Y qué significa esto, dado que el capitalismo como sistema también ha existido antes del petróleo?

Que “…no existe patrón energético fuera de los hidrocarburos fósiles que le permita funcionar como lo viene haciendo bajo el dominio anglosajón”, desde hace unos 150 años.

¿Y por qué tanto hincapié en el petróleo sí existen otros tipos de energía, algunas renovables?.

Lo que ocurre es que, como dice Pedro Prieto, “nuestra sociedad industrial y capitalista actual en su conjunto es fundamentalmente no eléctrica. Del total de exajulios de energía que consume el planeta hoy en día solo el 10% es dedicado a la generación eléctrica, el restante 90% se destina al transporte. Y como “las energías renovables modernas y la nuclear sólo producen electricidad quedaría sin resolverse el problema de la energía para el transporte “condición sine qua non del capitalismo mundializado” 36 , ya que solo el petróleo por su versatilidad y poder energético es capaz de disponer de esa “energía concentrada y enloquecida que requiere el capitalismo”, y es que “somos el homo petroleus y dejaremos de serlo, con una mortandad por hambruna que ya está calculada en la ecuación”; baste decir que el 90% de los alimentos están producidos hoy por energía fósil; por tanto, “sin petróleo, se habrá terminado el transporte tal y como lo hemos conocido: la velocidad, las largas distancias sin repostar durante centenares de kilómetros. Incluso los coches con motor de combustión…”.

A esto hay que agregar que en la extracción de petróleo la Tasa de Retorno Energético (que es la cantidad de energía neta que queda a disposición de la sociedad, después de restar la consumida en el proceso de obtenerla), “no ha cesado de disminuir desde hace décadas; hoy “para extraer la misma cantidad de petróleo se va necesitando cada vez más energía… a medida que hay que desplazarse a campos petrolíferos más lejanos, más profundos, más pequeños, de peor calidad, más inseguros o más inaccesibles” 37 .

¿Qué esperar entonces de las energías renovables, en las que muchos grupos ecologistas cifran las esperanzas?, ¿vendrán a salvar los problemas energéticos del sistema-mundo capitalista?, ¿lograrán mantener “la llamada sostenibilidad en estos niveles insostenibles”?.

Antes de analizar las energías renovables, un apunte sobre la energía nuclear ya que, junto a las primeras, ha sido la fuente energética en la que la mayoría ha depositado la esperanza ante el agotamiento del petróleo.

Si se toma en cuenta que las reservas probadas de uranio solo dan para abastecer a las centrales construidas unos 60 años, y se considera que desde que se planifica hasta que empieza a funcionar una central nuclear, puede tardar 10 años, resulta iluso cifrar alguna esperanza en este tipo de energía, ya que antes de tener a punto los primeros centenares de las mismas se habrían agotado todas las reservas mundiales de uranio en el mundo.

En cuanto a las renovables, o primero que hay que aclarar, es que “las llamadas energías renovables, en realidad son sistemas no renovables capaces de captar parte de los flujos de energía renovables del planeta”.

En el caso de la eólica, una de las renovables fundamentales junto a la solar, basta el siguiente ejemplo que aporta Pedro Prieto en su fundador artículo Crecer o decrecer: That Is The Question, sobre la imposibilidad que pueda siquiera reemplazar a la energía fósil en la producción de la electricidad que necesita el planeta.

Dice Pedro Prieto que la capacidad eólica instalada en el planeta en 2010 produjo el 1,8% de la electricidad que el mundo consumió ese año, unos 40 000 MW; sin embargo, ese año el consumo eléctrico mundial en relación a 2009 aumentó un 5,9%.

¿Qué significa eso?, “que sólo para cubrir el aumento del consumo eléctrico mundial de 2010 habría que haber multiplicado por 15 la producción mundial de aerogeneradores”.

Si, además, lo que se pretende –en el poco tiempo de que ya disponemos– es sustituir la generación eléctrica de origen fósil o nuclear por la eólica, sería necesario aumentar esa capacidad fabril entre 50 y 100 veces. Y aún así, lo único que se estaría resolviendo –en las pocas décadas de que ya tampoco disponemos– es el problema del suministro eléctrico (que fueron sólo unos 54 de un total de 509 Exajulios). Por supuesto, si lo que se pretende es resolver el problema del aporte de la energía fósil en todos los ámbitos las escalas se multiplican hasta lo utópico”.

En el caso de la otra energía renovable “estelar”, la solar, dice Prieto que “en 2010 apenas produjeron el 0,28% de la electricidad mundial. Sus menos de 20.000 MW de capacidad fabril anual deberían multiplicarse como los panes y los peces para poder obrar un milagro”.

Terminamos entonces con la predicción del compañero Pedro Prieto que compartimos totalmente: “en diez o quince años el petróleo habrá entrado en crisis y, por falta de oro negro, el capitalismo habrá cesado de crecer”, por eso “no morirá por ninguna revolución, sino de inanición energética”, mucho más si los pueblos seguimos acompañados de una izquierda empeñada en administrar un sistema que esta de salida, “herido de muerte” y que en su atropellada retirada, con la pulsión de muerte que lo acompaña “lo más probable es que, llegado el momento, muera matando”, en efecto ya lo está haciendo en muchas partes del mundo.

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Notas

 34 . Éste acápite constituye íntegramente, un resumen de los trabajos de Manuel Talens y Pedro Prieto, Michael Moore y el caso de la General Motors: ¿Se avecina el fin del capitalismo?. Rebelión 12 junio 2019 disponible en
y de Pedro Prieto (editado por Manuel Talens) Crecer o decrecer: That Is The Question, Sitio Web Tlaxcala 20 noviembre 2011, disponible en
Las cursivas corresponden a ambos trabajos, sólo organizadas didácticamente para el presente ensayo.

 35 . “La AIE ha reconocido en su World Energy Outlook de 2010 que el cenit o producción máxima mundial del petróleo convencional tuvo lugar… ¡en 2006!” . Prieto, Pedro. Crecer o decrecer: That Is The Question

 36 . Dice Beinstein que el capitalismo básicamente “se ha reproducido en torno de objetos técnicos decisivos de la cultura individualista (por ejemplo el automóvil) que definen el estilo de vida dominante y a procedimientos productivos basados en la explotación intensiva de recursos naturales no renovables o en la destrucción de los ciclos de reproducción de los recursos renovables”. Beinstein, Jorge. Estados Unidos entre la recesión y el colapso. El hundimiento del centro del mundo. Rebelión 8 mayo 2008. Disponible en

 37 . “una mayor producción nominal de combustibles líquidos no supone automáticamente más energía puesta a disposición de la sociedad, pues a medida que avanza la explotación de un recurso finito empeora la calidad promedio del mismo y ofrece menos energía neta para el mismo volumen extraído”. Prieto, Pedro. Crecer o decrecer: That Is The Question


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