Desde luego que sí, como existen la poesía religiosa, la épica o la anacreóntica. Hay una poesía vibrante que enardece a los convencidos. La de Gabriel Celaya es emocionante, aunque a veces dudo si me lo parecería igualmente si exaltara el fascismo, como han hecho otros poetas, no necesariamente mediocres. Aquí el punto de partida político es determinante.
A Bertolt Brecht no le hacen falta contundentes proclamas soflamas envueltas en llamas. No necesita encender los ánimos ni enardecer a las masas. Para él es más importante hacer las preguntas adecuadas. Y más incontestable políticamente, porque humanamente nos lleva a una sola contestación posible.
Si la mejor emoción es la emoción contenida, la mejor afirmación es una atinada interrogación. O una cadena de interrogaciones que llevan a una sola respuesta posible, la única importante.
No seamos analfabetos políticos ni poéticos, pues si los primeros hacen posibles esos políticos corruptos que nos apestan el presente, los segundos manifiestan la incapacidad de sentir con otros. Sentir compartido que es la base de la poesía.
Y de la política.
¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros se mencionan los nombres de los reyes.
¿Acaso los reyes acarrearon las piedras?
Y Babilonia, tantas veces destruida,
¿Quién la construyó otras tantas?
¿En que casas de Lima, la resplandeciente de oro, vivían los albañiles?
¿Adónde fueron sus constructores la noche que terminaron la Muralla China?
Roma la magna está llena de arcos de triunfo.
¿Quién los construyó?
¿A quienes vencieron los Césares?
Bizancio, tan loada,
¿Acaso sólo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la legendaria Atlántida, la noche que fue devorada
por el mar,
los que se ahogaban clamaban llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él sólo?
César venció a los galos;
¿no lo acompañaba siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando se hundió su flota,
¿Nadie más lloraría?
Federico Segundo venció en la Guerra de Siete Años,
¿Quién más venció?
Cada página una victoria
¿Quién guisó el banquete del triunfo?
Cada década un gran personaje.
¿Quién pagaba los gastos?
Tantas historias, tantas preguntas.
http://blogdelviejotopo.blogspot.com.es/2014/10/preguntas-de-un-obrero-que-lee-bertholt.html
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