Iba a comentar un artículo sobre las protestas en Brasil, escrito por un un misterioso X.L. en Rebelión, y me picó la curiosidad por averiguar esa identidad. Con estas iniciales sólo encontré el escrito en cuestión y otro de mi admirado Xosé Luis Méndez Ferrín. No estoy nada seguro de que se trate del mismo X.L., pero todo podría ser.
Me picó otra vez la picajosa curiosidad y busqué el segundo artículo. Comentaba la postura digna de José Manuel Blecua ante una pregunta insidiosa sobre la convivencia lingüística en Cataluña. (Por cierto, las lenguas no discuten entre ellas; como diría Álvaro García Meseguer, lo hacen sus hablantes).
Ferrín y Blecua son ambos catedráticos de Lengua Castellana en "territorio hostil", sin que eso empañe sus trayectorias respectivas. En el caso del gallego nadie podría acusarlo de "españoleiro", término peyorativo empleado profusamente contra los sospechosos de centralismo españolista o de "obediencia a Madrid".
Recordé inmediatamente la tormenta que se desató contra Xesús Alonso Montero (que pese a su incansable trayectoria en defensa de la lengua gallega sí es tildado de tal en ambientes nacionalistas) cuando dijo aquello de que "aman ó galego coma esas nais que de tanto abrazar ó fillo o abafan".
Y me vino también a la memoria la carta Territorio de afectos, que Víctor Fernández Freixanes dirigió al propio Xesús, publicada en La Voz de Galicia, en la que relata una significativa anécdota de don Ramón Otero Pedrayo.
Y yo podría contar escandalizados comentarios similares oídos sobre Freixanes...
La ignorancia sobre las circunstancias históricas por las que pasan las lenguas minorizadas y las circunstancias por las que también pasan sus defensores tiene estos resultados.
Pues bien, veamos las cosas con perspectiva, leed los enlaces, y quédese para otro momento el artículo sobre las protestas en Brasil.
Me picó otra vez la picajosa curiosidad y busqué el segundo artículo. Comentaba la postura digna de José Manuel Blecua ante una pregunta insidiosa sobre la convivencia lingüística en Cataluña. (Por cierto, las lenguas no discuten entre ellas; como diría Álvaro García Meseguer, lo hacen sus hablantes).
Ferrín y Blecua son ambos catedráticos de Lengua Castellana en "territorio hostil", sin que eso empañe sus trayectorias respectivas. En el caso del gallego nadie podría acusarlo de "españoleiro", término peyorativo empleado profusamente contra los sospechosos de centralismo españolista o de "obediencia a Madrid".
Recordé inmediatamente la tormenta que se desató contra Xesús Alonso Montero (que pese a su incansable trayectoria en defensa de la lengua gallega sí es tildado de tal en ambientes nacionalistas) cuando dijo aquello de que "aman ó galego coma esas nais que de tanto abrazar ó fillo o abafan".
Y me vino también a la memoria la carta Territorio de afectos, que Víctor Fernández Freixanes dirigió al propio Xesús, publicada en La Voz de Galicia, en la que relata una significativa anécdota de don Ramón Otero Pedrayo.
Y yo podría contar escandalizados comentarios similares oídos sobre Freixanes...
La ignorancia sobre las circunstancias históricas por las que pasan las lenguas minorizadas y las circunstancias por las que también pasan sus defensores tiene estos resultados.
Pues bien, veamos las cosas con perspectiva, leed los enlaces, y quédese para otro momento el artículo sobre las protestas en Brasil.
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