Afectará a millones de seres humanos, más allá de los mil millones de hambrientos que ya pasan hambre todos los días, según la FAO.
1.- El control oligopólico que unas pocas empresas tienen del comercio agrícola mundial, de los principales productos, como: soya, maíz, arroz, trigo, leche y carnes; pues ellas imponen un precio, independientemente del costo real de producción.
2.- La especulación de grandes inversores en las bolsas de mercancías agrícolas ha convertido a los alimentos en meros papeles de negocios. Se comenta en los periódicos que ya están vendidas en las bolsas las próximas siete cosechas de soya del mundo. Éstas ya tienen dueño, como títulos de ventas.
3.- La especulación financiera: muchos bancos invierten sus capitales volátiles en mercancías agrícolas, para protegerse de la crisis general.
4.- La producción agrícola de agrocombustibles, que tiene sus precios basados en el petróleo, termina empujando la tasa medía de ganancia en la agricultura hacia arriba. Y así, debido al elevado precio del etanol, suben todos los productos agrícolas.
5.- El elevado costo de transformar millones de toneladas de cereales en proteína animal. O sea, las élites demandan cada vez más carnes, y por eso parte de la producción de vegetales, que podría ser consumida por la población, va para los animales y, por tanto, acaba incidiendo en el aumento del precio de las carnes.
6.- Las privatizaciones de los servicios públicos para la agricultura, que los transfieren al control de las empresas transnacionales, también repercuten en el incremento de costos en el precio final.
7.- Las legislaciones ambientales de sanidad y certificados de patentes, implementados en el periodo de los gobiernos neoliberales para favorecer el control oligopólico de algunas empresas sobre la mayoría de los productos que exigen transformación industrial, les da poder para imponer precios.
8- La regla general impuesta por la OMC (Organización Mundial del Comercio) a partir de 1994, que transformó los alimentos en meras mercancías, que deben ser reguladas sólo por el mercado. Y como el mercado es controlado por las grandes empresas transnacionales, eso tiene efecto directo en el precio.
9- La introducción de la propiedad privada de las semillas transgénicas impone una nueva matriz tecnológica con costos de producción mayores y en beneficio de las mismas empresas que controlan el comercio, las semillas y los insumos agrícolas.
10. Hay una corrida de los capitalistas en general y de las grandes empresas hacia el hemisferio sur, para apoderarse de los recursos naturales: tierras, agua, lagos, reservas de madera, etc. y con eso van expulsando a las poblaciones nativas y los campesinos en general, e imponiendo la regla general del capital sobre los alimentos.
11- En las últimas dos décadas con el proceso de internacionalización del capital y de las empresas capitalistas, los precios de los alimentos se internacionalizaron. Esto determina que los parámetros de producción y de los precios no son más el costo real de producción de alimentos en cada país, sino que se establece un precio medio mundial, controlado por las empresas, que excluye completamente otras formas de producción, locales, campesinas, etc.
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