Es una película del húgaro Béla Tarr. No la he visto ni sé nada más de ella ni de su autor.
El artista tiene el poder de convertir su mirada en la tuya (¿o se dirá al revés?), y tu persona en todos los otros.
Lo que se cuenta lo sabes de sobra, y pasas a su lado sin verlo. Un mendigo que pide en la puerta del supermercado es invisible. O haces como si lo fuese.
El pacto narrativo puede hacerte sentir durante su relato.
Que te dure...
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