Del texto de James Petras que aparece aquí, referido al gobierno de Grecia y su política, transcribo:
La política exterior perversa y tremendamente nociva de Papandreu encuentra paralelismo en su extraordinaria adhesión a las medidas de pago de la deuda dictadas por el FMI y los banqueros de la UE y EE UU y la consiguiente implantación. Su conducta resulta particularmente descarada en una época en la que el próximo gobierno irlandés amenaza con declarar la suspensión del pago de la deuda si no se reducen las cuantías. En sus ansias por congraciarse con los banqueros extranjeros, mediante la reducción de los salarios y pensiones en un 20 por ciento. Papandreu ha arrancado de forma sistemática miles de millones de euros que ha transferido a las arcas de los bancos. Durante el proceso, sus medidas políticas han duplicado las tasas de desempleo, contraído la economía e hipotecado cualquier futuro crecimiento durante la próxima década. Papandreu rechazó la fórmula argentina que, ante similares crisis en 2001 y 2002, se declaró en rebeldía antes que acrecentar la pobreza. Bajo el mandato del presidente Kirchner, Argentina renegoció su deuda, recortó el pago de obligaciones en un 75 por ciento e impuso una moratoria. Gracias a esas medidas Argentina se recuperó de la crisis y mantuvo una tasa de crecimiento del 7 por ciento durante una década, al tiempo que reducía el desempleo de un 22 a menos de un 6 por ciento.
De aquí extraigo otra cita reveladora, sobre Islandia:
Después de que la economía de Islandia, la niña bonita del neoliberalismo, se hundiese en 2008, con bancos quebrados y una deuda inasumible, los poco más de 300.000 habitantes de esta isla nórdica salieron a la calle y la liaron. Y no han parado hasta hoy.
Entre otras cosas han conseguido que el gobierno dimita, nacionalizar la banca, perseguir penalmente a los banqueros responsables, rechazar en referéndum el pago de la deuda bancaria, y ahora participan en la elaboración de una nueva constitución más democrática y social. Por si fuera poco, han aprobado una iniciativa para convertir el país en un refugio internacional para la libertad de prensa, donde el próximo Julian Assange pueda trabajar sin que lo encarcelen ni le cierren la web.
Y desde este análisis sobre la sumisión de Irlanda:
En resumen, la liberalización económica y financiera que pretendía atraer a cualquier precio las inversiones extranjeras y las empresas financieras internacionales, ha desembocado en un fracaso total. Para añadir el insulto a los daños sufridos por la población víctima de esta política, el gobierno y el FMI no han encontrado nada mejor que profundizar la orientación neoliberal practicada desde hace 20 años e infligir a la población, bajo la presión de las finanzas internacionales, un programa de ajuste estructural calcado de los que se imponen desde hace tres decenios a los países del Tercer Mundo. Por el contrario, esos tres decenios deben servir de ejemplo de lo que no se debe hacer. Por eso es urgente imponer una lógica radicalmente diferente, en beneficio de los pueblos y no de las finanzas privadas.
puede entenderse este desenlace:
El actual líder de Fianna Fail, Micheal Martin, que resultó elegido en Cork, admitía que el resultado era «desalentador» para su partido.
Evidentemente, el conjunto del electorado irlandés ha decidido hacer pagar al partido por la mala gestión del boom económico irlandés durante el que se permitieron excesos bancarios e inmobiliarios que a día hoy se pagan con la destrucción de la economía irlandesa, la alta tasa de desempleo y la atadura a un plan de rescate presentado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo que maniatan los planes económicos del Gobierno.
Está claro que hay otras posibilidades...
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