SOBRE LA SAGA/FUGA DE J.B.
El sucinto esquema general de la ciudad va surgiendo, inseparable de la acción, con los lugares y las relaciones topográficas imprescindibles para entender el desarrollo de los hechos principales:
La niebla está más clara; por allá arriba, y detrás de la Tía Benita, se ve la mole de la Colegiata y el bulto estirado de la Torre.(...)...marcha Rúa Sacra abajo, entre la niebla...(...)No habría más que asomarse, por la mañana, al parapeto de la Alameda, para contemplar en espacio escaso, y reducida a dos figuras, aquella alegoría de la Vida.(...)Es el momento en que se escuchan, una detrás de otra, la sirena de la fábrica de gaseosas, y la de la serrería, y la de la fábrica de conservas.(...)...la fachada muda de la Casa del Barco, la fachada de piedra con el bergantín encima de la puerta cerrada, entre dos ventanas también cerradas.(...)...lo lleva por debajo del arco de la capilla hasta el parapeto sobre el abismo del Baralla, y señala la escalerilla que, desde la terraza de la Casa del Barco, conduce a las aguas tumultuosas. “¿Ve usted? Allí había siempre una barca, y ya no está.”(...)...lo aparta del parapeto y lo conduce al atrio, desde donde se ve la muchedumbre que llena la Alameda, se ven las cabezas asomadas al río (...) Los niños que se arrojan desde el parapeto de la Alameda rompen la superficie de espejo oscuro, cruzan de una orilla a otra, ríen, se zambullen, bucean y sacan piedras limosas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario