sábado, 5 de febrero de 2011

El espacio dentro del tiempo (II)

SOBRE LA SAGA/FUGA DE J.B.
Todos los modelos considerados hasta aquí son modelos físicos. Ninguno habría llegado a ser sin la existencia previa de sus componentes y de su estructura en las mentes que los han creado, y en ellas existieron antes como modelos mentales. De alguna manera, en nuestros cerebros están los elementos de estos modelos, pero en cada momento lo único que percibimos de ellos es lo que ilumina un cursor, la conciencia, que los va recorriendo linealmente, y alumbra por un instante un ínfimo detalle, rápidamente oscurecido en el pasado. En ese instante, evocaremos sin embargo un modelo abarcador, el más abstracto posible, sustentado por las múltiples conexiones establecidas previamente con otros: ese es el concepto, de amplitud muy variable, aplicable a muchos o a uno solo, etiquetado con una o más palabras: automóvil, Peugeot 405, mi coche.

Es en el espacio del cerebro de cada uno de ustedes donde están ocurriendo todas estas cosas, donde estoy ahora mismo yo; ahí está todo lo que saben sobre mí, como está aquí, en el mío, todo lo que yo puedo saber de ustedes. Todo un modelo del mundo, un modelo hecho de muchos modelos, se aloja en un espacio cuya capacidad es de poco más de un litro. Pues bien, lo que de ese espacio se abarca en cada momento es apenas un punto. La conciencia es un punto que se pasea por un espacio, y dentro de él recrea todos los espacios posibles. Y los imposibles.
Ya estamos hablando de espacio y de tiempo. Precisemos algunos conceptos sobre ellos. Los invito a acompañarme en un viaje por el continuo espacio-tiempo. Intentaré que no sea excesivamente aburrido.

2 comentarios:

  1. Leyendo el texto me ha venido a la mente el capítulo "El fantasismo esencial del mundo" de Macedonio Fernández en su Museo de la novela de la Eterna.

    Voy a continuar con la serie. Un saludo.

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  2. Gracias por la información.
    Leeré a Macedonio.

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