martes, 15 de febrero de 2011

Las ideas y las conductas; paradojas y consistencias


Dos películas, dos personas, dos conductas...

Cajas chinas, muñecas rusas. Historias dentro de historias, personajes dentro de personajes. El Quijote, La saga/fuga, También la lluvia.


Balada triste de trompeta. Sin compromiso, o con otro compromiso. Políticamente tibia. Como Berlanga, parte de la neutralidad crítica. En la guerra civil no hubo lucha de clases, sino testicular e irremediable idiosincrasia. Por eso no es legible como un panfleto. Eso, por otra parte, aumenta su poder persuasivo (lo que creo positivo) en este pueblo sin memoria y con escaso conocimiento histórico.

También la lluvia, Película valiente, comprometida. Dos películas, una dentro de otra. En la envuelta, unos héroes de ficción, que en el envoltorio son cobardes verdaderos. Y viceversa. Parábola de unos seres íntimamente contradictorios. Planteamiento lúcido. Lucha de clases evidente. Referida a un espacio ajeno y a un tiempo más cercano, el panfleto, en este caso, lo admite el espectador español.

Historia dentro de otra y las dos dentro de una historia real: la ley Sinde.

Icíar Bollaín tiene las ideas claras. Las de la película 1 / 2 y las de la película 3. Si ha entendido bien la lucha de clases en el contexto de la conquista y en el de la moderna Bolivia, también la tiene clara en el contexto de la ley de descargas. Y opta por la defensa del mundo en el (y del) que vive. Su contradicción en las ideas presentadas no es contradictoria en el mundo real, aunque lo parezca.

(Un radical ingenuo daría un 10 a su película y la suspendería a ella, ¿por poco consecuente?)

Alex de la Iglesia, de planteamiento menos radical, tampoco opta radicalmente en el contexto de la ley. Pide conciliación y defiende a los internautas. Desde su falta de criterio político, es consecuente en el mundo real, en el que no toma partido explícito, pero pide más diálogo. No hay contradicción, porque en ambos casos sufre la contradicción de no tomar partido.

(Este radical ingenuo aprobaría mejor al hombre que al artista).

Y no entro en valoraciones de cinéfilo.

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