viernes, 20 de mayo de 2011

Vota bien y mira bien a quién

Vota bien y mira bien a quién; por tu bien, por el bien de todos los tuyos: por los parados, por los jubilados, por los que cobran por convenio y les meten una buena mordida por IRPF en el salario cada mes; no tapes la nariz, abre los ojos bien abiertos a la hora de esgrimir la papeleta, no vaya ser que te metan gato por liebre, otra vez: por el cambio y por el pueblo, era lo que cantaba el cuco del puño y la rosa en un sitio mientras ponía el huevo en otro; porque es que algunos son lo que parecen, pero esos son muy pocos, la mayoría de ellos se dicen una cosa pero son otra, son muy otra; los de la gaviota se dicen de centro, pero de centro sólo tienen el slogan y el rostro: son la derecha y la ultraderecha; y los del puño y la rosa se dicen casa común de la izquierda, pero de izquierda sólo tienen el parecer y el pretérito remoto, y tan remoto; ojo, pues, mucho ojo con lo que votas, no tapes la nariz y abre bien abiertos los ojos; talante y alianza de civilizaciones son y han sido el timo del tocomocho, meras regalías de sonajero; el cuco del puño y la rosa vuelve a cantar en sitio distinto a donde pone el huevo; en tiempos de Felipe González le arrearon a las conquistas sociales de cuarenta años tres hachazos bárbaros: uno de ellos fue la primera contrarreforma de la Seguridad Social perpetrada contra los asalariados y a favor de la gran patronal, otro fue la entrega de la Banca Pública a la Banca Privada y el tercero fue la reconversión industrial salvaje, la cual incluso se llevó por delante en Reinosa la vida del trabajador de CCOO Gonzalo Ruiz; pues ahora mismo es Rodríguez Zapatero el que está consumando otra tala brutal en lo poco que queda de Estado de ir tirando; cierto es que la economía crece en progresión aritmética y la población lo hace en progresión geométrica, pero ese no es el problema de este momento, el problema de este momento es muy otro y viene de lejos: sabemos por Marx que el hijo de un minero del Rhur le dijo a su padre que tenía frío, a la vez que le preguntaba por qué no encendía la calefacción, y que el padre le contestó que porque no había carbón, y la segunda pregunta del niño fue que por qué no había carbón y la respuesta del padre fue, porque sobra carbón, hijo, porque sobra carbón; lo que hoy sucede, pues, vuelve a ser lo mismo que ya sucedía de aquella: los que tienen el monopolio de la riqueza ponen o no en circulación los stops de mercancía según les convenga a efectos de precio, todo por la plusvalía, siempre la vil plusvalía; ese y no otro es hoy el problema, estamos en las mismas; pero las fuerzas productivas  estar están en condiciones de poder satisfacer todas las necesidades del doble de la población actual del planeta; el problema de los problemas es que el 20% de la población acapara el 80% de la riqueza y el 80% de los habitantes de la tierra tiene que atenerse al restante 20%; ese es el nudo gordiano que hay que deshacer, y el sable que lo corte será aquel que ponga las relaciones de producción a girar alrededor del interés general y no alrededor de las alforjas de los insaciables depredadores de sudor ajeno; por eso vuelvo a la carga y te lo repito: vota bien y mira bien a quién, o volverán a dártela y dárnosla con queso.

                         Jesús Redondo Abuín


Un preso político en el penal de El Puerto

Jesus Redondo Abuin, gallego de la Parroquia de Asados, Ayuntamiento de Rianxo, Partido de Padrón, (La Coruña), nació a las cinco de la madrugada de 12 de marzo de 1939. Dejó su casa con 17 años, siempre implicado en la lucha política obrera en la clandestinidad y luego abiertamente: emigrado a Francia, Bélgica, refugiado de la ONU y protegido en Moscú por el Partido Comunista, conoció España también a través de sus cárceles como preso político con sendas condenas de 3 y 8 años de privación de libertad, que no cumpliría completas: “Fueron 3.000 días y 3.000 noches entre recuento y recuento y entre traslado y traslado. Y estas las cárceles de mi peregrinaje: Barranco Seco, Cádiz, Puerto de Santa María, Córdoba, Jaén, Carabanchel, Calatayud, Soria, Segovia, Coruña y A Parda”. En 1968, en los sucesos de Sardina del Norte (Canarias), recibió un tiro en la pierna tras la dura represión de las fuerzas de seguridad de la dictadura.

En el Penal de El Puerto Jesús trabaría conocimiento con Marta Marroquín Travieso, militante comunista que llevaba alimentos, apoyo y conversación a los presos políticos, con quien acabaría formando una familia. No sería hasta 3 años después, en Segovia, donde se conocerían, antes sólo se limitó en el Penal del Puerto a hacerle saber a la dirección que Jesús era un ser con identidad propia, no un número. Ambos viven en Galicia, unieron sus vidas el 10 de marzo de 1975, tienen un hijo, aunque regresan a El Puerto en alguna ocasión. Este es su relato.

Jesús Redondo Abuín, Juanín y Gerardo Iglesias en la cárcel de Segovia. El día de la Merced, festividad de Instituciones Penitenciarias, se autorizaba hacer fotografías.

2 comentarios:

  1. ¡No dejéis de leer un largo comentario autobiográfico del propio Abuin, en el enlace a que remite "este es su relato"!

    No es difícil encontrar personas tan honestas y sólidas como él. Es dificilísimo encontrarlas más honestas y sólidas.

    Salud, camarada Xesús; y si digo estas cosas es porque, conociéndote, sé que, a estas alturas, no se te van a subir a la cabeza.

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  2. Qiero aclarar, para que no se os pase, que el comentario a que me refiero está casi al final de la página referenciada, como complemento a lo publicado en la primera parte.

    Los que luchan toda la vida son los imprescindibles.

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