martes, 28 de enero de 2025

Poesía culta y poesía popular en el cante flamenco

El flamenco pasó, de ser menospreciado por la baja extracción social de los que malvivían de él cantando y bailando, a la entusiasta exaltación con que lo descubrieron los poetas de la generación del 27. Bajo lo que antes parecía vulgar latón aparecieron pepitas de oro.

Claro que esos mismos poetas no apreciaban por igual todo el cante, porque distinguían entre su gran variedad los cantes "puros", los "cantes jondos" de vena trágica, y el "flamenco", más alegre por lo general y relacionado con formas folclóricas anteriores.

Esta radical dicotomía es hoy insostenible. Sabemos del carácter híbrido de todas las culturas, y el flamenco es una de estas formas culturales mestizas y cambiantes. Entronca con la cultura popular campesina, y sus orígenes se pierden en el tiempo, con raíces insondables en las muchas civilizaciones que han pasado por el sur peninsular. Insondables en lo musical, porque muchas letras de la cultura popular sí han sido recogidas. Pero de su música poco podemos saber antes de los primeros registros sonoros. Recordemos la nostálgica pregunta que se hacía Lorca: "entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio?"

Pero es seguro que una de las fuentes que imprimieron su carácter al cante primitivo andaluz está en el pueblo gitano. No en todo el pueblo gitano, sino en aquellos que se asentaron en Andalucía hace siglos y que mezclaron sus aires ancestrales con las demás influencias de la música popular.

Hace cinco años que Nuestro flamenco, dedicó uno de sus programas a El flamenco y la generación del 27. Recientemente ha vuelto sobre el tema de la poesía en el cante, ahora en busca de la autoría de muchas de las letras en dos programas sucesivos, Los poetas y las letras flamencas (I) y (II). Presentábanse en ellos sendos libros, Antología poética de la copla flamenca y Las letras del cante.

Corrí ávido en su busca y puedo decir que no me han decepcionado.

Fue Demófilo, el padre de los poetas Manuel y Antonio Machado, uno de los primeros estudiosos del arte flamenco, fuente para muchos de los que luego se dedicaron a investigar el tema. Sin embargo, el Primer cancionero de coplas flamencas lo compuso un ecijano semianalfabeto llamado Manuel Balmaseda y González. Su tristísima vida se refleja en las letras de estas canciones, obras de un verdadero poeta bastante olvidado, aunque da nombre a una calle en la Ronda del Ferrocarril, en el que trabajó y que ya no pasa por Écija.

De esta y otras muchas cosas me he enterado con estas lecturas, pero lo más importante para mí ha sido la reflexión sobre esa distinción entre poesía culta y poesía popular, que como esa otra que diferencia entre cante grande y cante chico, contiene un error de base, porque así como no hay cantes grandes y chicos, sino cantaores de distinto tamaño, toda obra poética ha tenido un autor, conocido o anónimo, y el carácter popular, aunque pueda modularlo el pueblo con sus interpretaciones y variantes, procede de un autor, aunque no lo conozcamos.

Manuel Machado es autor de letras flamencas y abunda en esto que digo:

LA COPLA

Hasta que el pueblo las canta, 
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.

Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.

Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.



jueves, 23 de enero de 2025

Un dedo bien colocado puede tapar la Luna

Recientemente, una nave espacial ha podido acercarse al Sol hasta una distancia abrasadora para fotografiar su atmósfera tan detalladamente como nunca antes fuera posible. Se protegía con un escudo cuya pequeña superficie tapaba el enorme disco.

Se trata del mismo procedimiento usado para tapar la Luna con un dedo. De una cosa a otra, no está de más recordar que en este caso "el idiota mira el dedo".

Muchas son las ocasiones en que nos quieren toman por idiotas (y en muchos casos lo logran) tapando los grandes temas con cosas menores para distraer nuestra atención.

Es el caso de los grandes esfuerzos de cierto juez, de cuyo nombre no quiero acordarme, destinados a culpar al Fiscal General de una revelación de... "secretos a voces", mientras pasa a segundo plano la corrupta actividad delictiva de un delincuente confeso y la trama de relaciones que ha hecho posible su rápido y obsceno enriquecimiento.

Se ha comparado el "escudo solar" que ampara a ese sujeto con la investigación del robo de un automóvil que se centrara en si el vehículo había pasado la ITV.

El artículo que reproduzco a continuación parte de otra forma de distraer la atención, que con expresión de moda un tanto manida se llama "mirar para otro lado". A veces lo hacemos por despiste, otras veces somos realmente cómplices: como lo eran los protagonistas de la película La zona de interés.

El recurso funciona tanto si nos distraen con imágenes placenteras como si lo hacen con agigantadas y dudosas nimiedades. Con sospechas de incierta certeza, con informaciones parciales que se nos presentan como lo único indiscutible...

Un caso flagrante y reciente, que la vorágine desinformativa ha dejado pronto atrás, es el de las elecciones venezolanas. Guaidó se había autoproclamado presidente y fue reconocido por los que ahora no reconocen a Maduro y lo acusan de autonombrarse, pese a que quien lo nombra es la Asamblea Legislativa de su país. Lo acusan de ocultar las actas, pero la oposición que dice haber ganado las elecciones las tiene. Y no las hace públicas: 

"Si las 30.000 actas que tienen María Corina Machado y Edmundo González les dieran como ganadores, hace tiempo que las hubieran publicado el Washington Post, El País, Clarín, Mercurio, Semana y la CNN. No las hemos visto porque no han ganado." 

Pero claro, se exige que lo haga al gobierno venezolano.

El resto de esta historia poco importa. Se pasan por alto las duras condiciones que se imponen a los pueblos que se enemistan con el patrón yanqui para ablandar su moral y su capacidad de resistencia. Al final, la culpa es de los que no se pliegan a la voluntad del emperador. Tontos ellos: mejor les iría haciendo la pelota a quien manda. Pero a los explotados de los países que se someten tampoco es que les vaya muy bien, aunque sí a los beneficiarios de la explotación que comparten con el amo.

Esto me recuerda a algunos familiares de represaliados por el franquismo que aún ahora echan la culpa de su propia desgracia a la digna conducta de los que se opusieron a los sublevados, aquellos rebeldes bien armados que los condenaron por "rebelión armada".


De dictaduras y frivolidades: Maduro, Venezuela y un poco de purpurina

Juan Carlos Monedero

Nicolás Maduro, durante su investidura.Ronald Peña R. / EFE











El Oscar a la mejor película internacional en 2024 fue para La zona de interés, una película de Jonathan Glazer sobre el Holocausto donde no aparece por ningún lado el Holocausto. Esa es precisamente su magia. Porque, aunque no lo ves, hacer como que no está ahí sería una canallada o una frivolidad, que en este caso sería lo mismo.

Narra la vida cotidiana de Rudolf Höss, comandante de Auschwitz-Birkenau, un ario convencido de que los judíos y los enemigos del Reich no eran seres humanos con derechos. La película no cuenta las tareas del CEO del konzentrationslager, un centro de exterminio que apenas es una intuición inquietante a lo lejos. La película transcurre en el chalet adosado del campo, donde Höss vivía junto a su familia, en una vivienda idílica con música, flores, sirvientes, armonía e incluso libros. Allí, Hedwig, su esposa, se dedica a cuidar el jardín y atender a los niños. Cuando el honrado padre de familia regresaba del duro trabajo, salía a pasear con sus rubios hijos, los llevaba a pescar y a nadar en el río, mientras los educaba en las verdades nazis de la vida.

Parte de la cotidianeidad de la familia consistía en repartirse los bienes robados a los prisioneros. No sale en la película, pero Hermann Josef Abs, quien fungiera como portavoz internacional de los derechos de propiedad en los años cincuenta del siglo pasado, presidente de la Sociedad Alemana y jefe de Deutsche Bank, fue bajo el régimen nazi el supervisor de la expropiación de los bienes de los judíos. Para qué desperdiciar esa experiencia.

Al otro lado del muro se oyen a veces disparos, algún que otro grito ahogado, ruido de trenes, puertas de metal que se cierran. Nada que perturbe la idílica tranquilidad del hogar. Es verdad que también se ve el humo a lo lejos, más allá del muro. De hecho, la madre de Hedwig, de visita, se horroriza y antes de marcharse le deja una carta a su hija. Pero la mujer del comandante del campo prefiere prenderle fuego a la carta. Ojos que no ven, corazón que no siente.

En los campos de concentración no cabía la posmodernidad. Era todo muy estructuralista. ¿Cómo frivolizar en un campo de concentración? ¿Cómo no ver la contundencia de lo material en una dictadura? La posmodernidad vive en el escepticismo hacia la objetividad, piensa que la verdad es algo fragmentado y que lo relativo y lo plural son cosas esenciales. Nada que objetar cuando se estaba discutiendo con los manuales de marxismo-leninismo soviéticos. Pero el énfasis en la relatividad y la fragmentación terminan desactivando los proyectos emancipatorios colectivos. Al final se diluyen los marcos para entender las opresiones globales y para imaginar transformaciones sociales profundas. La purpurina es divertida, pero nadie se suicida con sombrero. Mucha gente del mundo LGTBIQ ha olvidado las luchas de quienes ganaron sus derechos y hoy vota a la derecha y a la extrema derecha. Coinciden también en condenar lo que el discurso neoliberal dice que son dictaduras.

Hay una izquierda que toca de oído (es decir, que construye su ideología con lo que escucha en los medios de comunicación). El riesgo de que terminen sirviendo en la casa de al lado del campo de concentración es muy alto. Aunque dejen algunos alimentos en el bosque para que algún prisionero los encuentre.

Este día 10, una banda paramilitar entró en un campamento del Movimiento Sin Tierra de Brasil, matando a dos personas e hiriendo a otras seis. En el mundo hay muchos campos de concentración, aunque no los veas. Millones de seres humanos están en alguna suerte de campo de concentración, condenados a la miseria, a una menor esperanza de vida, a la enfermedad, a la marginación, a la violencia. Sufren todo tipo de agresiones. De clase, de género, de raza, de religión. Quien frivolice con esto es un imbécil. Los multimillonarios del mundo no lo serían si no existieran tantos pobres.

En las casas de al lado de los campos de concentración, como si no pasara nada, viven diferentes personajes. Ahí están los altos mandos nazis y sus familias, que, obviamente, se benefician de los prisioneros. Los ignoran como personas, pero se quedan con sus bienes y tienen ese buen puesto para gestionar su exterminio y su esclavitud. También están los empleados de los nazis, que son los que se encargan de que todo esté en orden. Hay alguna gente valiente. Como decía, en La zona de interés, dentro de la casa, hay una mujer que esconde en el bosque alimentos para que los prisioneros puedan encontrarlos y alimentarse. Se juega la vida. Aunque no cambia las cosas. Algo es algo.

En América Latina, en África, en Asia y también en Europa, hay líderes que viven en la casa de al lado del campo de concentración. No se les ve siempre, pero también viven de los respectivos campos de concentración. Son personas respetables que no se manchan las manos, van bien vestidas, son elegantes, han estudiado en colegios y universidades elegantes, comen elegantemente, hablan elegantemente, se divorcian elegantemente y toman decisiones elegantemente a través de elegantes y caros bufetes de abogados. Sin los campos de concentración financiándoles la elegancia, no serían tan elegantes.

Están, por lo común, al servicio de los EEUU y de su propio statu quo. El entramado es complejo. Zuckerberg acaba de arrodillarse ante Donald Trump y le ha prometido que se va a notar menos el campo de concentración que esconden Facebook e Instagram. Que no va a ser menos que Elon Musk. José Raúl Mulino, el presidente de Panamá, dice que va a ayudar todo lo que pueda a Trump para eliminar a cualquier rebelde, aunque EEUU le quite la soberanía a su país. Y Trudeau, antes de marcharse, dice que los EEUU son amigos, aunque Trump quiera anexionarlos como la provincia 51. ¿Han dicho algo los que criticaban el anexionismo ruso? Son los que condenan a Venezuela al tiempo que te dicen que el integrista del ISIS que hace unos meses cortaba cabezas a machetazos, ahora, con traje y barba recortada, es un hombre de bien.

Fuera del campo de concentración y de la casa adosada, están los que quieren asaltar el campo de concentración y liberar a los presos. No se les ve en la película. Polonia ha celebrado el aniversario de la liberación del campo de Auschwitz-Birkenau y no ha invitado a los rusos, que fueron quienes lo liberaron. Los que cuestionan el discurso oficial son catalogados de enemigos de la democracia y de la libertad por los jerarcas nazis, por el comandante del campo y su familia e, incluso, por alguno de los sirvientes de la casa.

El mundo enfrenta grandes retos: los conflictos por los bienes comunes y la creciente desigualdad; el colapso medioambiental y la transición energética; los cambios geopolíticos, las guerras consecuentes y el impacto del narco-colonialismo; el vaciamiento de las democracias representativas; la deuda financiera, que tiene la última palabra cuando las cárceles del lawfare –la guerra jurídica–, y el control de los medios de comunicación no son suficientes.

Hay una solución de derecha a estos retos, pero lleva al campo de concentración. Hay otra, que lleva a la emancipación. Las trincheras solo tienen dos lados. Aunque la táctica sea más flexible y necesitemos ser también reformistas, además de revolucionarios y rebeldes. Si no sabes a dónde vas, te pierdes.

¿Es realmente tan importante lo que pasa en Venezuela? ¿Los que dicen estupideces sobre Venezuela saben, por ejemplo, lo que está haciendo con la democracia Noboa en Ecuador? Venezuela molesta porque se ha convertido en un símbolo que hace que se vea lo que han levantado los elegantes con mucho palo y alguna zanahoria: los campos de concentración neoliberales, el humo, los hornos y los trenes del modelo capitalista, especialmente en su fase extrema, la que representan los Trump, los Netanyahu, los Ayuso, los Milei, los Bolsonaro, los Kast, los Abascal, Meloni, Orban, Noboa y todos esos soldados de los campos de concentración. Además, le cuenta al mundo que hay que asaltar el campo, acabar con los nazis y liberar a los prisioneros.

Hay países resignados que aceptan que no pueden hacer nada o muy poco, dirigidos por líderes que prefieren vivir en el adosado al campo de concentración. Algunos, incluso, se juegan la vida dejando un trozo de pan o unas frutas escondidas para que las encuentren los prisioneros. Pero eso no cambia mucho las cosas.

Con el horizonte del 10 de enero, en Venezuela, los EEUU, de la mano de Biden, el que ha financiado todas las bombas que han caído sobre Palestina, junto con Trump y Elon Musk –que sueñan con prenderle fuego a todos los desobedientes y huir luego a Marte–, junto a los líderes que comandan sus respectivos campos de concentración, junto a los que prefieren vivir junto al campo sin problemas, junto a los que tocan de oído para que los medios de comunicación no se metan con ellos y ellas, han cavado una trinchera. Son los mismos que antes de las elecciones en Venezuela dijeron que no aceptaban el resultado del Consejo Nacional Electoral, los que hackearon el sistema de transmisión de datos del CNE, y, cuando el presidente Maduro presentó un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo, se negaron a presentar las actas que obran en su poder (tenían testigos en las 30.000 mesas). Si las 30.000 actas que tienen María Corina Machado y Edmundo González les dieran como ganadores, hace tiempo que las hubieran publicado el Washington Post, El País, Clarín, Mercurio, Semana y la CNN. No las hemos visto porque no han ganado. Y el CNE da por terminado el proceso porque ante su descalificación, dejó al Tribunal Supremo que hablara. Como en cualquier otro país. Los golpistas venezolanos son los que dicen que Venezuela es una dictadura. Es de frívolos, ignorantes o cobardes repetir esa mentira.

En ese lado de la trinchera, aunque no lo veas, están los que levantan campos de concentración, los que pagan sicarios para asesinar gente o desestabilizar países, los que negocian con los narcos, los que organizan guerras para venderles armas, los que invaden países para robarles sus riquezas o usar su territorio. Los mismos que pierden elecciones y recurren al golpe de Estado.

El presidente legítimo de Venezuela es Nicolás Maduro, más legítimo de lo que lo es Donald Trump (delincuente condenado), elegido porque un milmillonario compró Twitter y lo puso al servicio del que le ha devuelto el favor multiplicando su riqueza. Es igualmente estúpido decir que Maduro se ha "autoproclamado", cuando quien lo ha nombrado, como dice la Constitución, es la Asamblea Legislativa. En Venezuela quien se autonombró fue Guaidó, reconocido en su momento por los que hoy hablan de dictadura. Frívolos y frívolas que se olvidan de la dictadura de Franco, de Hitler, de Pinochet o de la Junta Militar argentina.

La tarea de los demócratas, te gusten más o menos los líderes, es respetar la autodeterminación de los pueblos, ayudar a acabar con las trincheras y con los campos de concentración de los que se creen dueños del mundo. Aunque eso enfade a los jerarcas y a los que viven sirviendo en la casa adosada. Le pongan más o menos purpurina o cobardía a sus renuncias.

martes, 21 de enero de 2025

Rafa Nadal, Doctor Honoris Causa


Doctor es el higo chumbo,
estudia ciencia de espinas
y en el ilustre birrete
le sale borla amarilla


Rafa Nadal será 'honoris causa' por la Universidad de Salamanca con el insólito rechazo de uno de cada tres doctores

La USAL nunca había concedido un título con el 34% de los votos en contra




Una distinción que “nunca suscita polémica”, según el profesor de Filosofía en la Universidad de Salamanca, José Sarrión Andaluz.

Otro doctor, en concreto el profesor del departamento de Informática y Automática, Rodrigo Santamaría, ha puesto en duda que haya habido “alguna propuesta” de 'honoris causa' con mayor rechazo. Entre las críticas, que se haya tratado de enlazar el nombramiento de Nadal con la Escuela de Salamanca y su grupo de profesores y teólogos que “hace 500 años que sentaron las bases de muchos valores y de los derechos humanos”.

“Tratar de relacionar a Nadal, embajador del deporte de Arabia Saudí, con los derechos humanos, es hiriente. Arabia Saudí, que descuartizó vivo a un periodista en su embajada en Turquía, donde la homosexualidad es delito, las mujeres no tienen derechos y hay pena de muerte”, ha apuntado el doctor.

lunes, 20 de enero de 2025

El discurso del sistema

El año 2018 publicaba Antonio Turiel en su imprescindible blog The Oil Crash una serie de artículos bajo el título común El discurso del sistema. Tesis.

El año siguiente continuaba la serie, a modo de respuesta a muchas cuestiones tratadas en la primera parte. Ahora la titulaba: El discurso del sistema. Antítesis.

El autor de estas publicaciones no era Turiel sino un ingeniero que se oculta bajo el seudónimo Beamspot

Pensé dedicar un largo comentario a cada una de estas entregas, pero lo fui demorando hasta hoy mismo, en parte por la longitud de esta ingente documentación, conociendo el desánimo que invade al lector de hoy día ante todo lo que pueda robar mucho tiempo, en parte porque mis comentarios tendrían sentido si yo mismo fuera capaz de escribir en pocas líneas una tercera parte, que me habría gustado poder titular El discurso del sistema. Síntesis.

Tras mi fracaso y la demora de tantos años, solo me resta poner a vuestra disposición estas reflexiones por si os atrevéis a gastar-ganar vuestro tiempo disponible. Lejos de perder actualidad son cada vez más actuales.

Estos son los enlaces.

Serie Tesis:

https://crashoil.blogspot.com/2018/07/el-discurso-del-sistema-tesis-i.html

https://crashoil.blogspot.com/2018/08/el-discurso-del-sistema-tesis-ii.html

https://crashoil.blogspot.com/2018/08/el-discurso-del-sistema-tesis-iii.html

https://crashoil.blogspot.com/2018/08/el-discurso-del-sistema-tesis-y-iv.html

Serie Antítesis:

https://crashoil.blogspot.com/2019/03/el-discurso-del-sistema-antitesis-i.html

https://crashoil.blogspot.com/2019/03/el-discurso-del-sistema-antitesis-parte.html

https://crashoil.blogspot.com/2019/03/el-discurso-del-sistema-antitesis-iii.html

https://crashoil.blogspot.com/2019/03/el-discurso-del-sistema-antitesis-iv.html

https://crashoil.blogspot.com/2019/03/el-discurso-del-sistema-antitesis-y-v.html

Repasando ahora estos textos advierto con dolor que han desaparecido muchas gráficas y estadísticas, víctimas seguras de la política de derechos de autor. Es una pena que los intereses particulares, aunque sean legítimos en muchos casos, priven de informaciones importantes a quienes no estén dispuestos a pagar por ellas.

Cuenta atrás. El día de la sobrecapacidad de la Tierra, que en 2023 fue el dos de agosto, en 2024 ha sido el uno de agosto. Ese día se habían consumido todos los recursos que el planeta es capaz de generar en un año.

En España el agotamiento es mayor: el último Día del Sobregiro ha sido el 24 de mayo de 2024.

martes, 14 de enero de 2025

La problemática inteligencia artificial

Observad, para empezar, este vídeo:

Imposibles esos abrazos (...de momento...): han sido creados utilizando inteligencia artificial.

En la novela o el teatro la complicidad del espectador le ayuda a admitir la ficción como realidad, un engaño que no es tal, porque al sumergirnos voluntariamente en la acción vivimos como cierto lo que leemos o vemos, sabiendo que no lo es. El cine, con su montaje y sus efectos especiales, perfecciona la ilusión.

La utilización de estos recursos permite también engañar de verdad, con informaciones falsas o sacadas de contexto. En estos casos podemos tomar por ciertas muchas falsedades, construidas montando imágenes de otros lugares u otras situaciones, acompañadas de relatos parcial o totalmente falsificados.

Un espectador avisado pondría en cuarentena muchas informaciones, posiblemente manipuladas, si podía contrastarlas adecuadamente con otras. Hoy día, sin embargo es posible construir falsedades visuales muy difíciles de descubrir.

El mayor riesgo de la proliferación de mentiras cada vez mejor elaboradas es un escepticismo creciente, que acaba por no creer tampoco lo verdadero. En medio de la basura desinformativa cuesta mucho distinguir lo cierto si no se dispone de pistas ideológicas coherentes.

El procedimiento más eficaz es embarrarlo todo, enredarnos en la tela de araña del caos mental, para que no creamos en nada y la pasividad se instale en nuestra conducta:

Los dueños de los grandes medios, los que han comprado las redes sociales, tienen una enorme capacidad para manipular la información y modelar las opiniones, y también para crear falsas identidades, indistinguibles de las reales, y hacer pasar por mayoritarias opiniones que no lo eran originalmente pero acabarán siéndolo.

La inteligencia artificial es un mecanismo potente, utilizable para lo mejor y para lo peor, y por desgracia en buena medida está en malas manos.

Mi sobrino Sergio Aramburu sigue con mucho interés los desarrollos de la IA, y sostenemos conversaciones de interés sobre su utilización (que también atrae la atención de su hermano Manuel, mi hábil dentista).

A raíz de un comentario suyo sobre la necesidad de unir a las fuerzas de izquierda contra la deriva reaccionaria que avanza arrolladora, le contesté:

¡Qué es más deseable que esa fusión de la izquierda en una sola fuerza! Pero no es tan sencillo, porque para empezar, ¿cuál es la linea que separa izquierda y derecha? Lo cierto es que más que una división entre demócratas y fascistas lo que se juega es la lucha de clases entre explotadores y explotados. Ahí empieza el problema, porque implica la "conciencia de clase". Y frente a la atomización de los segundos, los grandes explotadores tienen una clara conciencia de clase y mucha facilidad para diseñar estrategias y ponerlas en práctica.

Asintió Sergio a esta reflexión, y en la línea de McLuhan recordó el poder del medio para condicionar la recepción del mensaje. Si la imprenta impulsó el renacimiento y la reforma protestante, "la revolución digital actual es mucho más rápida y más global, (y nadie exige el nihil obstat). Está cambiando todo, pero cambio de verdad."

Y entonces le recordé a Gramsci y su aviso sobre el poder del control ideológico, que compite ventajosamente con la fuerza bruta y la represión. Ideología que domina a los controladores pero también en gran parte a los oprimidos:

Son los poderosos quienes más han aprendido de Gramsci y del éxito a través de la hegemonía ideológica. Para lograrla disponen ahora de las mejores herramientas.

Lucha de clases / JRMora

A raíz de esto me envió una larga información sobre sus diálogos con la inteligencia artificial:

Me has hecho pensar.

¿Tienes ganas de leer?

Mira lo que dice Chat GPT a la pregunta “qué ocurriría si desapareciera la OTAN”:

La desaparición de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tendría profundas repercusiones geopolíticas, militares, económicas y estratégicas tanto a nivel global como regional. A continuación, se analizan los posibles escenarios y consecuencias:

1. Impacto en la seguridad internacional

Vacío de poder en el sistema de alianzas occidentales

• La OTAN ha sido el principal pilar de seguridad colectiva para Europa y América del Norte desde su creación en 1949. Su desaparición dejaría un vacío en la arquitectura de defensa occidental.

• Los países europeos tendrían que asumir su defensa de forma independiente o establecer nuevas alianzas regionales, lo que podría ser costoso y políticamente complejo.

Aumento de las tensiones entre potencias

• Sin la OTAN, la disuasión colectiva frente a actores como Rusia o China podría debilitarse. Esto podría alentar acciones más agresivas por parte de estas potencias, como:

• Expansión de la influencia rusa en Europa del Este.

• Incremento de las tensiones en el Ártico, el Mar Báltico o el Mar Negro.

• Mayor presión china en el Pacífico y sobre socios tradicionales de Occidente como Japón o Taiwán.

Proliferación de conflictos regionales

• La desaparición de la OTAN podría desincentivar la solución pacífica de conflictos, ya que los mecanismos de seguridad colectiva habrían desaparecido. Estados más pequeños o vulnerables, como los países bálticos, podrían quedar expuestos a amenazas externas.

2. Repercusiones para Europa

Rearme europeo

• Los países europeos se verían obligados a aumentar significativamente sus presupuestos de defensa, lo que podría alterar sus prioridades económicas y sociales. Actualmente, la OTAN cubre gran parte de las necesidades de defensa gracias a la contribución estadounidense.

• El desarrollo de un sistema de defensa común europeo podría ganar tracción, pero enfrentaría importantes obstáculos:

• Falta de cohesión política: Diferentes visiones entre países como Francia (que aboga por una mayor autonomía estratégica) y otros más dependientes de la OTAN, como los países del Este.

• Dependencia tecnológica: Europa necesitaría desarrollar capacidades propias, como sistemas de defensa antimisiles o disuasión nuclear.

Fragmentación de Europa

• La desaparición de la OTAN podría exacerbar las divisiones internas en Europa, especialmente entre países más expuestos a amenazas externas y aquellos menos interesados en asumir mayores compromisos de defensa.

3. Impacto en Estados Unidos

Pérdida de influencia global

• Sin la OTAN, Estados Unidos perdería una de sus principales plataformas de proyección de poder en Europa, lo que debilitaría su posición estratégica frente a Rusia y China.

• La desaparición de la OTAN podría llevar a un repliegue estadounidense hacia sus intereses en el Pacífico, abandonando parcialmente su papel de garante de la seguridad europea. 

Redefinición de alianzas

• Estados Unidos podría buscar acuerdos bilaterales o regionales con países clave, como Reino Unido, Polonia o Japón, para mantener una red de seguridad limitada pero funcional.

4. Repercusiones globales

Mayor influencia de Rusia y China

• Rusia vería la desaparición de la OTAN como una oportunidad para expandir su influencia en Europa del Este y los Balcanes, ejerciendo presión sobre exmiembros de la alianza como Polonia o los países bálticos.

• China podría aprovechar el debilitamiento del bloque occidental para reforzar su posición en Asia y expandir su influencia en África, América Latina y Europa.

Carrera armamentística

• La desaparición de la OTAN podría desencadenar una carrera armamentística global, ya que los estados buscarían compensar la falta de seguridad colectiva mediante el desarrollo de capacidades militares autónomas, incluidas armas nucleares.

5. Impacto económico

Incremento del gasto militar

• Los antiguos miembros de la OTAN se verían obligados a aumentar drásticamente sus presupuestos de defensa para garantizar su seguridad, lo que podría desviar recursos de otras prioridades como la sanidad, la educación o la lucha contra el cambio climático.

Disrupciones en el comercio

• Las tensiones internacionales podrían traducirse en una mayor inestabilidad económica y un aumento de los costes asociados al comercio internacional debido a la falta de estabilidad política y a la militarización de regiones clave. 6. Posibles escenarios alternativos Si la OTAN desapareciera, podrían surgir diversas alternativas para llenar el vacío dejado por la alianza:

1. Creación de una defensa común europea:

• La Unión Europea podría avanzar hacia una política de defensa y seguridad más integrada, aunque enfrentaría desafíos políticos y financieros.

2. Formación de alianzas regionales:

• Países europeos podrían formar bloques de defensa más pequeños basados en intereses geográficos, como una alianza en Europa del Este para contrarrestar la influencia rusa.

3. Renegociación de acuerdos bilaterales:

• Estados Unidos podría negociar acuerdos específicos con países estratégicos, manteniendo una red de defensa menos centralizada.

Conclusión

La desaparición de la OTAN tendría un impacto significativo en el equilibrio de poder global, debilitando la seguridad colectiva en Europa y Norteamérica y creando un vacío que potencias como Rusia y China intentarían llenar. A corto plazo, se incrementarían los riesgos de conflictos regionales y de desestabilización geopolítica, mientras que a largo plazo, se plantearía la necesidad de nuevos sistemas de cooperación y defensa internacional. Sin embargo, reemplazar a la OTAN sería extremadamente difícil debido a su papel histórico como garante de estabilidad en el orden mundial actual.

No sé si te has percatado del grave sesgo de esa respuesta. Así que tuve que repetirle la pregunta para intentar que fuera más objetivo. Así, le pedí que formulara la respuesta de nuevo, como si fuera un analista o un ciudadano ruso, chino, hindú o iraní, pero no quiso hacerlo, se limitó a decir “un iraní pensaría de x manera”.

Como yo lo único que quería es que me diera una contestación, objetiva y no sesgada, tras varios intentos, le pedí que contestara de un modo objetivo y no como alguien que esté dentro de la OTAN. Su respuesta fue la siguiente:

Gracias por la aclaración. Voy a responder planteándome cómo podría interpretar la desaparición de la OTAN un ciudadano ruso, chino o iraní común, teniendo en cuenta sus contextos culturales, históricos y políticos. Estos puntos reflejan percepciones generales basadas en las narrativas predominantes en esos países, más que en análisis académicos o estratégicos.

1. ¿Qué pensaría un ciudadano ruso?

Un ciudadano ruso, especialmente si ha sido influido por la narrativa oficial del Kremlin, probablemente vería la desaparición de la OTAN como una victoria histórica para Rusia y una señal del declive de Occidente. Esta perspectiva sería emocional más que estratégica y se centraría en conceptos como orgullo nacional y revancha geopolítica:

• Motivo de orgullo nacional: La OTAN es percibida por muchos rusos como un adversario directo que amenaza su seguridad y soberanía. Su desaparición sería vista como una reivindicación histórica de que Rusia ha resistido las presiones occidentales y finalmente ha “vencido”.

• Alivio frente a una amenaza: Podrían interpretar la desaparición de la OTAN como una reducción significativa de las amenazas externas, especialmente en Europa del Este y el Ártico.

• Desconfianza hacia Europa: Algunos ciudadanos podrían pensar que, aunque la OTAN desaparezca, Europa no dejará de ser hostil hacia Rusia, por lo que el conflicto latente podría continuar.

Es probable que no reflexionen demasiado sobre las implicaciones más complejas, como la posibilidad de una Europa inestable, una carrera armamentística o el impacto económico global.

2. ¿Qué pensaría un ciudadano chino?

Desde el punto de vista de un ciudadano chino, la desaparición de la OTAN sería interpretada dentro de la narrativa del ascenso de China y el declive de Occidente. Sin embargo, podría haber diferencias en las percepciones según el nivel de información y la ideología del individuo:

• Motivo de burla hacia Occidente: La narrativa oficial en China frecuentemente presenta a Occidente como un bloque decadente. La desaparición de la OTAN sería vista como una confirmación de que el orden liderado por Estados Unidos está colapsando.

• Reducción de la presión estadounidense: Muchos ciudadanos chinos podrían pensar que esto permite a su país consolidar su liderazgo global sin la misma oposición coordinada por parte de Occidente.

• Indiferencia respecto a Europa: A diferencia de los rusos, los ciudadanos chinos promedio podrían mostrar menos interés en lo que sucede específicamente en Europa, ya que la región no se percibe como tan relevante para los intereses cotidianos del país.

Un ciudadano chino difícilmente reflexionaría sobre la fragmentación de la seguridad global como algo negativo para su país, dado que la narrativa predominante en China fomenta un enfoque más nacionalista y de autoconfianza.

3. ¿Qué pensaría un ciudadano iraní?

En Irán, donde la OTAN se percibe como un brazo militar de Estados Unidos y un instrumento de su hegemonía en Oriente Medio, la desaparición de la alianza sería vista como un desarrollo positivo:

• Menor amenaza externa: Un ciudadano iraní promedio podría interpretar la desaparición de la OTAN como una reducción de la presencia militar occidental cerca de sus fronteras, especialmente en regiones clave como Turquía, Afganistán o el Golfo Pérsico.

• Oportunidad para la región: Algunos podrían verlo como una oportunidad para que Irán amplíe su influencia regional sin el mismo nivel de intervención occidental.

• Narrativa de justicia histórica: La desaparición de la OTAN se presentaría como una especie de castigo a Estados Unidos por su política exterior “imperialista”, que ha llevado a guerras en Oriente Medio.

Sin embargo, es probable que este ciudadano no piense en las implicaciones más amplias, como la posible reconfiguración de alianzas en su región o los efectos económicos de la fragmentación de Europa.

4. Reflexión global

Es cierto que millones de personas en países como Rusia, China e Irán podrían ver la desaparición de la OTAN principalmente como algo positivo, una “amenaza menos” en el mundo. Estas percepciones están fuertemente influenciadas por narrativas internas que presentan a la OTAN como un símbolo del imperialismo occidental y la intervención militar injustificada.

Sin embargo, es importante destacar que estas visiones simplificadas podrían no considerar los efectos secundarios de este cambio, como:

• La posibilidad de mayor inestabilidad global.

• El aumento de conflictos regionales debido a la falta de un marco de seguridad colectiva.

• El riesgo de una carrera armamentística que involucre a actores previamente más pasivos. 

Para estas personas, el análisis estratégico detallado sería secundario frente a la narrativa emocional predominante: la idea de que la desaparición de la OTAN es una derrota para Occidente y una oportunidad para que sus propios países asuman un papel más fuerte en el escenario global.

El sesgo es evidente.

Para Chat GPT, los ciudadanos rusos están influenciados por la relativa oficial del Kremlin. 

Etc.

Continúo.

Le he reñido. En concreto le puse: “Cuando te pregunté por primera vez por la desaparición de la OTAN, dibujaste un escenario lleno de peligros, conflictos y con proliferación de guerras. Una inteligencia artificial desarrollada en Rusia Irán, o China diría todo lo contrario: diría que desaparecería una amenaza.

Y cuando te pregunto cuál es la visión de ellos me dices que podrían estar influenciados por la narrativa de un gobierno. "Cosa que no has dicho con tu propia contestación inicial”

Y me contesta lo siguiente:

Entiendo perfectamente tu crítica, y agradezco la oportunidad de reflexionar sobre ello. Mi objetivo es ofrecer un análisis lo más objetivo y amplio posible, sin caer en la percepción de que ciertas posturas son más legítimas o “libres de influencias” que otras. Permíteme ajustar mi respuesta inicial y explicar de dónde viene el enfoque que utilicé y cómo debería haber considerado también otros puntos de vista.

Sobre mi primera respuesta

Cuando hablé inicialmente de los riesgos asociados a la desaparición de la OTAN (conflictos, inestabilidad, carreras armamentísticas, etc.), ese análisis se basó en un marco ampliamente discutido en el contexto de estudios geopolíticos internacionales, donde la OTAN es vista como un estabilizador del sistema internacional. Sin embargo, este enfoque refleja una perspectiva occidental predominante, que asume que la OTAN es un actor positivo para la paz y la seguridad global.

Lo que no consideré adecuadamente en esa respuesta es que existen otras perspectivas válidas, como las que podrían surgir en Rusia, China, Irán u otros países, donde la OTAN no se ve como un estabilizador, sino como una amenaza. Desde este punto de vista, su desaparición sería celebrada como el fin de una fuente de tensión y conflicto, no como el inicio de un caos.

Reconozco que, al no mencionar esta visión desde el principio, mi respuesta quedó sesgada hacia un marco particular, y esto es algo que puedo corregir y balancear.

Sobre la narrativa de los gobiernos

Cuando respondí acerca de cómo podrían ver los ciudadanos de otros países la desaparición de la OTAN, mencioné la influencia de narrativas oficiales (por ejemplo, del Kremlin o de medios estatales chinos). Esto es cierto en el sentido de que las percepciones públicas suelen estar moldeadas, en parte, por discursos oficiales. Pero no destaqué que este mismo fenómeno ocurre en todos los contextos, incluida mi respuesta inicial.

Por ejemplo:

• Mi primera respuesta sobre los riesgos globales refleja ideas ampliamente discutidas en análisis occidentales y de países aliados a la OTAN. Aunque estas ideas son legítimas, no son neutrales: están influidas por un marco que ve a la OTAN como esencial para la estabilidad.

• Al mencionar narrativas oficiales en Rusia, China o Irán, implícitamente se podía entender que esas percepciones no son tan legítimas, lo cual no es correcto. Cualquier narrativa –sea de la OTAN o en contra de ella– está influenciada por intereses, visiones históricas y políticas. 

Corrección del enfoque

Para responder de manera realmente objetiva, debo reconocer que:

1. Las perspectivas sobre la OTAN varían según el contexto histórico, cultural y político de las personas, sin que ninguna sea “la verdad absoluta”. Esto incluye tanto las percepciones de la OTAN como amenaza (en Rusia, Irán, etc.) como las de la OTAN como estabilizador (en Estados Unidos, Europa, etc.).

2. Las personas en cualquier parte del mundo, ya sean de Rusia, China, Irán o países de la OTAN, están influenciadas por narrativas oficiales, pero también por experiencias históricas, educación, medios de comunicación y circunstancias locales. Esto aplica tanto a quienes apoyan la OTAN como a quienes la critican.

3. Al analizar un fenómeno como la desaparición de la OTAN, es importante presentar ambos enfoques: aquellos que lo verían como una oportunidad para la paz y aquellos que lo verían como un riesgo de inestabilidad.

Reformulación del análisis

Desde un enfoque neutral:

Si desapareciera la OTAN, la interpretación variaría radicalmente según la perspectiva de quien observa:

1. Desde países críticos con la OTAN (Rusia, China, Irán, entre otros):

• Podría verse como el fin de una amenaza militar y política que históricamente ha intervenido en conflictos internacionales.

• Se interpretaría como un debilitamiento de Estados Unidos y su capacidad para imponer su hegemonía en el mundo.

• Podría percibirse como una oportunidad para la paz global, ya que se eliminaría un actor que, en su visión, ha generado tensiones en Europa, Oriente Medio y otras regiones.

2. Desde países aliados o neutrales:

• En los países miembros de la OTAN o bajo su influencia, la desaparición podría generar preocupación por la inestabilidad, el rearme y el surgimiento de conflictos regionales debido a la falta de un marco de seguridad colectiva.

• En regiones neutrales, podría verse como un cambio en el equilibrio de poder global, con posibles consecuencias tanto positivas (menos intervenciones occidentales) como negativas (mayor inestabilidad regional).

3. En términos de percepciones públicas:

• Millones de personas en países críticos de la OTAN probablemente interpretarían su desaparición como una victoria moral y un avance hacia un mundo menos dominado por Estados Unidos.

• Por el contrario, en Europa o América del Norte, muchas personas podrían sentir inseguridad ante la idea de un sistema global menos coordinado.

Conclusión ajustada

Mi respuesta inicial reflejaba un análisis desde el marco predominante en el ámbito académico y político occidental. Sin embargo, este análisis no es universal. Una inteligencia artificial desarrollada en Rusia, China o Irán podría destacar un escenario completamente diferente, priorizando la desaparición de la OTAN como una oportunidad para un mundo más justo y menos conflictivo.

Reconozco que mi referencia a las “narrativas oficiales” en ciertos países no se aplicó igualmente a las narrativas que influyen en los análisis occidentales. Esto fue un desequilibrio en mi enfoque, que agradezco que hayas señalado. Como resultado, he reformulado mi posición para incluir una variedad más amplia de perspectivas.

Conclusión:

1. La IA es muy peligrosa, y cuesta mucho, incluso para alguien acostumbrado a usarla, detectar sesgos, y hacer que los corrija.

2. La primera respuesta siempre es sesgada.

3. La IA comprende sus propios sesgos y, aunque puede corregirlos si se le pide en un caso concreto (con mucha dificultad), no hay constancia de que aprenda de sí misma a eliminarlos, con lo cual todas sus respuestas están igualmente contaminadas por defecto.

4. ⁠ Aunque hay sesgos de carácter involuntario, como el sesgo de género, todo indica que otros sesgos no son tales, sino simplemente instrucciones deliberadas introducidas para crear una narrativa concreta. Esto había que suponerlo, pero ejemplos como este lo corroboran.

A la vista de esto, y en el contexto de este debate, le he preguntado a la IA por Gramsci. Y me ha contestado lo siguiente *(vete directamente a la conclusión)*:

Tu pregunta sobre Gramsci y si “tenía razón” en el contexto que hemos discutido es profundamente interesante, ya que se conecta directamente con su concepto de hegemonía cultural. Permíteme desarrollar una respuesta analizando esta idea y cómo podría aplicarse al debate sobre las narrativas sobre la OTAN y la hegemonía occidental.

El concepto de hegemonía cultural según Gramsci

Antonio Gramsci, filósofo marxista italiano, planteó que el poder de las élites no se basa únicamente en el control militar o económico, sino también en su capacidad para establecer y mantener una hegemonía cultural. Esto significa que una clase dominante puede consolidar su poder al imponer su visión del mundo como la norma, de tal manera que sus valores, ideas e intereses se perciben como universales, naturales e inevitables.

En este marco:

1. La hegemonía opera mediante consenso, no solo coerción: La clase dominante logra que su visión sea aceptada voluntariamente por la mayoría, incluso por las clases subordinadas.

2. El control cultural se da a través de instituciones: Como la educación, los medios de comunicación, las organizaciones internacionales y otros canales que moldean las percepciones y valores de las personas.

3. La hegemonía puede ser resistida, pero requiere una contracultura: Gramsci sostenía que para desafiar esta hegemonía, era necesario desarrollar una nueva narrativa o “contrahegemonía” que desafiara los valores y normas dominantes.

Aplicación al debate sobre la OTAN y la hegemonía occidental

En el contexto de nuestra discusión, podría decirse que Gramsci tenía razón en muchos aspectos. La percepción predominante de la OTAN como garante de la paz y la seguridad global refleja una hegemonía ideológica occidental, construida y sostenida a través de:

1. El discurso político: Los líderes de los países occidentales presentan a la OTAN como un “bloque defensor de las democracias” y un “estabilizador” contra las amenazas externas (Rusia, terrorismo, etc.).

2. Los medios de comunicación: La mayoría de los medios en Occidente proyectan esta visión, reproduciendo una narrativa que a menudo ignora o minimiza las críticas provenientes de otros países o sectores.

3. Las instituciones internacionales: Aunque muchas críticas señalan la militarización de la OTAN, estas se ven opacadas por el papel que desempeña en foros como la ONU, donde sus intervenciones suelen justificarse bajo argumentos de seguridad global o derechos humanos.

Esto refuerza la idea de que las narrativas dominantes sobre la OTAN están moldeadas por una hegemonía cultural que beneficia a los intereses de las potencias occidentales. Resistencias a la hegemonía Desde la perspectiva gramsciana, la crítica a la OTAN en países como Rusia, China, Irán y otros puede entenderse como un intento de construir una contrahegemonía. Estas naciones suelen argumentar que:

1. La OTAN es una herramienta imperialista: Su existencia perpetúa un orden mundial unipolar liderado por Estados Unidos.

2. La seguridad es subjetiva: Lo que Occidente presenta como “paz” o “estabilidad” puede ser percibido en otros países como intervención, militarización o incluso colonialismo moderno.

3. Un mundo multipolar es deseable: En lugar de depender de una organización dominada por unos pocos países, se aboga por un orden internacional más equilibrado, donde ninguna nación o bloque pueda imponer su voluntad.

¿Qué implicaciones tiene esto?

Si seguimos el razonamiento de Gramsci, la narrativa que yo utilicé inicialmente (centrada en los riesgos de la desaparición de la OTAN) refleja cómo la hegemonía occidental ha logrado imponer su visión del mundo como norma en análisis académicos, mediáticos y políticos. Esto no significa que esa narrativa sea incorrecta, pero sí que está incompleta al ignorar o minimizar las percepciones alternativas.

Por otro lado, los discursos de países críticos con la OTAN también responden a intereses específicos y no son “neutrales”. Gramsci reconocería que toda narrativa está vinculada al poder y que la creación de una contrahegemonía es una lucha política, no un ejercicio puramente académico.

¿Tenía razón Gramsci?

En el contexto de este debate, se podría decir que Gramsci acertó en cómo las narrativas dominantes moldean la percepción global. La hegemonía cultural occidental ha logrado que instituciones como la OTAN sean vistas como necesarias por una gran parte del mundo, mientras que las críticas a estas instituciones se desestiman o se presentan como interesadas o poco legítimas.

Sin embargo, Gramsci también reconocería que la hegemonía no es estática y que las percepciones pueden cambiar a medida que surgen nuevas contrahegemonías, como las de China, Rusia o el Sur Global, que buscan desafiar la narrativa occidental.

Conclusión

Tu crítica a la influencia de la hegemonía ideológica occidental es completamente válida, y Gramsci proporciona un marco excelente para entender por qué mi respuesta inicial reflejaba ese sesgo. La hegemonía cultural no solo influye en los análisis académicos o políticos, sino también en cómo las inteligencias artificiales (al entrenarse con datos y discursos dominantes) tienden a replicar esas narrativas.

Así, la desaparición de la OTAN, según Gramsci, no sería solo un cambio en la estructura militar, sino también una crisis en la hegemonía cultural que Occidente ha mantenido durante décadas.

Lo que demuestra que la IA reconoce expresamente estar viciada (¿invalidada?) por la hegemonía ideológica de Occidente y certifica la teoría de Gramsci.

martes, 7 de enero de 2025

Homenaje a José Menese

De vez en cuando traigo hasta aquí algunos cantes que considero dignos de atención. Tal vez atraigan a oyentes ajenos a ese arte flamenco que sobrevive escondido entre tanto folclore barato.

En esta ocasión recordaré a José Menese, del que acabo de hallar este homenaje póstumo, Por siempre José Menese. 2016, una breve muestra de su extensa obra. Acompaña al vídeo esta reseña:

Homenaje al cantaor fallecido el 29 de julio de 2016. Compendio de las mejores actuaciones que ofreció en diversos programas de Canal Sur, con distintos cantes que van desde una Nana a una Farruca, pasando por unos Tientos. A pesar de no pertenecer a la etnia gitana, José Menese hacía gala de una potente voz cuyos matices recuerdan a los grandes cantaores gitanos, especialmente a Antonio Mairena. 

Menese era un cantaor ortodoxo que siempre ha respetado los esquemas clásicos del flamenco, rechazando en su repertorio innovaciones. A pesar de ello ha sido el primer artista flamenco en llevar el cante a escenarios como el Teatro Olympia de París o incluso al Auditorio Nacional de Música de Madrid.

En el archivo de la Real Academia de la Historia se registra esta biografía algo más amplia:

José Menese Scott

Menese Scott, José. José Menese. La Puebla de Cazalla (Sevilla), 3.XII.1942 - 29.VII.2016. Cantaor de flamenco.

Cuarto de nueve hermanos, nació en la localidad sevillana de La Puebla de Cazalla, donde su progenitor ejercía el oficio de zapatero. Desde su infancia sintió gran interés por el cante, hasta que en 1959 Antonio Mairena lo presentó en el cine Carretería de Osuna.

Apenas un par de años más tarde se dio a conocer en Madrid, apadrinado por su paisano el pintor y poeta Francisco Moreno Galván, quien le escribía las letras que cantaba, todas ellas de intenso contenido social. En 1963 inició su vida profesional, actuando en el cuadro del tablao madrileño Zambra, junto a veteranos maestros y el guitarrista Perico el del Lunar y, ese mismo año, la Cátedra de Flamencología de Jerez le concedió el Premio Nacional a su primer disco, titulado Cantes de José Menese (RCA-Víctor). Nuevos galardones vinieron a distinguir su brillante carrera artística, consiguiendo en 1965 el Premio de Honor Tomás el Nitri en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y en 1974 nuevamente el Premio Nacional de Cante de la Cátedra jerezana y grabando, desde entonces, numerosos discos, en los que deja la impronta de su fuerte personalidad artística. Para entonces había actuado en 1973 y 1974 en el Teatro Olympia, de París, y, en 1985, cantó en Nueva York, en el concierto del Día de las Naciones Unidas, junto a la Orquesta y Coro Nacionales de España. También cantó en el Teatro Real de Madrid y en numerosos festivales, peñas flamencas, colegios mayores, ateneos y centros culturales de toda España.

Su cante fue glosado por poetas como Alberti, Blas de Otero, Fernando Quiñones, Manuel Ríos Ruiz, Caballero Bonald, etc., y elogiado por los más renombrados críticos. Defensor a ultranza de la pureza flamenca y de la línea tradicional del cante jondo, junto al maestro Fosforito, Menese fue toda una institución del mejor flamenco y una garantía de continuidad y conservación del cante clásico andaluz desde la segunda mitad del siglo XX hasta los albores del siglo XXI.

Más ampliamente se recoge en Wikipedia, donde se destaca su papel combativo por la libertad y la justicia social en tiempos de la dictadura.