sábado, 27 de octubre de 2012

No hay ecología sin sacrificio

No se trata de decrecimiento, que ya está aquí, sino de cómo decrecemos.

Ahí va otro de mis ladrillos:


http://www.crisisenergetica.org/article.php?story=20121026115629804


Para nuestro tiempo acelerado la lectura que requiere tiempo y dedicación es un ladrillo, pero los ladrillos sirven para construir. Recomiendo leerlo.

El autor, Nate Hagens, prominente miembro del Post Carbon Institute y antiguo editor de The Oil Drum, tiene un Master en Finanzas por la Universidad de Chicago y un doctorado en Recursos Naturales por la Universidad de Vermont. Anteriormente, Nate fue presidente de Sanctuary Asset Management y Vicepresidente de las firmas de inversión Salomon Brothers y Lehman Brothers.

Este economista denuncia los graves errores de la economía de mercado al valorar los recursos. El vértigo diario de transacciones, con libre circulación de capitales a escala mundial, hace de las diarias cotizaciones el único valor considerado. Valor temerario en la especulación sobre futuros, que descuenta especulativamente (especular es aventurar) un porvenir incierto. Consecuencia lógica y consustancial del capitalismo (y no sólo en su forma actual neoliberal) es la fuga del capital a las actividades, países y sectores donde la tasa de ganancia sea mayor. Hoy la mejor (ya casi la única) forma de acumular es la desposesión de otros. Si no hay más tela hay que quitársela a quien la tenga.

Hace también una crítica a aquellos ecologistas que, preocupados el cambio climático, la quema de combustibles fósiles, las energías renovables, etc., centran su activismo en aspectos parciales, como la construcción de un oleoducto en tal o cual sitio. Su esfuerzo es encomiable, pero incompleto. Me recuerdan a ecologistas cercanos a mí (aquí en Pontevedra) que durantre décadas han batallado (y siguen) contra la fábrica de celulosa de Lourizán, olvidando que si la pasta de papel no se produce aquí, pero sigue creciendo la demanda, se producirá en otro sitio, con el mismo efecto global. Porque el problema a estas alturas es el crecimiento del consumo en cualquiera de sus formas.
Escribí, hace ya casi seis años, esto:

http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=526&sec=5&aut=214

Otro problema (¿no será el mismo?) es la valoración progresivamente decreciente del futuro: lo cercano en el tiempo se valora más.

Es natural que así sea. Ante una carencia vital lo urgente es sobrevivir. Las necesidades físicas deben satisfacerse inmediatamente. Después ya es tarde. Podemos dejar de respirar muy pocos minutos; de beber, unos pocos días; de comer, pocas semanas. Y a fin de cuentas, como la vida no es eterna, un problema que se aplaza es, en primera instancia, un problema resuelto. La base del hedonismo actual es la rápida desvalorización del futuro cuando pasa de inminente a remoto.

Lo dice este autor en su artículo: 
"Para la mayoría de la gente, “el futuro” es este fin de semana"
La evolución natural y cultural nos ha hecho hedonistas. La conciencia reflexiva permite la demora de la satisfacción. Previsor es el que prevé. Pre - ve.
Termina así el artículo:
Aquellos de ustedes que crean que el futuro es algo más que ustedes y sus propios niveles de consumo. Para aquellos que sienten tristeza y empatía cuando ven los restos de un elefante o un atolón de coral blanqueado o un niño malnutrido o un bosque recién talado, los próximos 10 ó 15 años van a suponer una serie de retos enormes. Pero antes de que podamos hacer frente a estas cuestiones –sobre cómo vivir más en sintonía con nuestros impulsos evolutivos y de comportamiento, cómo vivir más de los flujos solares y menos de los detritos del periodo carbonífero- tendremos que dirigir la respuesta humana al fin de la era del crecimiento perpetuo. De los cientos de miles de bienintencionados y brillantes ecologistas preocupados por el clima, por una energía más social o por el medio ambiente, necesitamos urgentemente entresacar una buena cantidad de gente y de recursos para trabajar más en un mundo con menos consumo, que en un mundo con menos carbono. Si, posiblemente iremos a un mundo con menos carbono (tenemos que hacerlo), pero nuestras instituciones, poblaciones y políticas no están ni remotamente preparadas para un mundo de menor consumo, que es el que está a la vuelta de la esquina.
Nos jugamos mucho. Y el tiempo que queda es muy poco

lunes, 22 de octubre de 2012

Crisis de materiales

Crisis de materiales
Rarefacción de los metales: mañana, el “Peak Everything

Matthieu Auzanneau en  The Oil Crash


Destaco algunos párrafos de este artículo, reseña a su vez de esta obra francesa de referencia sobre el tema:

Quel futur pour les métaux? (¿qué futuro para los metales?), EDP Sciences, 2010, 39E) de Philippe Bihouix y Benoit de Guillebon.

¿Cuánta energía se empleó en hacer este socavón?                    kalipedia.com
(...)
 ¿En qué están ligados el pico del petróleo y los picos de los metales? Simplemente porque para cavar, las minas necesitan energía. Mucha energía. Hoy, entre el 8 y el 10% de la energía primaria es consagrada a la extracción y refinamiento de los recursos metálicos, especialmente para el acero y el aluminio, indican Philippe Bihouix y Benoit de Guillebon, los dos antiguos alumnos de la Escuela Central. Habéis comprendido ya la ligera preocupación: como los minerales son cada vez menos concentrados en metales, hará falta cada vez más energía para extraerlos, ahora bien, las extracciones de las principales fuentes de energía parecen también al borde del declive… Por supuesto, al contrario que el petróleo, los metales pueden ser reciclados. Pero Bihouix y de Guillebon subrayan que las soluciones están frecuentemente limitadas, especialmente, una vez más, a causa de su coste energético.

Las energías renovables, en particular la eólica y la solar, son muy dependientes de metales raros para los cuales, el acceso podría convertirse en cada vez más incierto, con mayor razón si estas formas de energía deben ser desarrolladas masivamente. Por ejemplo: el disprosio y el neodimio, dos tierras raras producidas casi exclusivamente en China, la cual ha hecho saber que a partir de ahora sus yacimientos actuales están en declive. ¡Un coche híbrido contiene un kilogramo de neodimio, un aerogenerador casi una tonelada! 

(...)

Hay más de un susto en este análisis. Podemos percibir una cierta cólera con respecto de las promesas y de los efectos de anuncio de los industriales y de los políticos en el transcurso de los últimos años:No, un vehículo, incluso eléctrico, nunca será limpio. No, un teléfono móvil no es ecológico, incluso si su carcasa esté hecha de fibra de bambú! Y quién puede creer que una eco-tasa de algunos euros sobre los productos electrónicos compensa los daños medioambientales de su fabricación!!”

La conclusión llama a un cambio de paradigma:Ciertamente, uno puede esperar aún mucho de los avances técnicos y de las innovaciones. Pero para volver nuestras sociedades realmente sostenibles, al menos desde el punto de vista de nuestro consumo metálico, hará falta orientarlas seriamante hacia la economía de recursos a medio plazo, en lugar de buscar beneficios a corto plazo. Estamos todavía muy lejos de conseguirlo.

Para terminar, Bihouix y de Guillebon han colocado la siguiente cita, que señalan el pecado original de la ciencia económica, aquel es aún practicado y enseñado hoy en día: Las reservas naturales son inagotables, porque si no nosotros no las obtendríamos gratuitamente. No pueden ser ni multiplicadas, ni agotadas, no son el objeto de las ciencias económicas.”- Jean-Baptiste Say , Cours d'économie politique practique , 1815.


lunes, 8 de octubre de 2012

Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero

Entrevista a Vicenç Navarro y Juan Torres en Para Todos la 2 [18:22 min.]


El catedrático de ciencias políticas Vicenç Navarro y el catedrático de economía aplicada Juan Torres explican la concentración de poder en el mundo económico. Con ellos hablamos del euro, del Banco Central Europeo y de la salida de la crisis.