No es que los griegos fueran consecuentes con esta idea, porque en la práctica la ciudadanía estaba muy restringida, manteniendo fuera de su democracia a extranjeros, esclavos y mujeres, y paliando muy parcialmente, entre los mismos ciudadanos, las diferencias entre ricos y pobres, pero sentaron las bases para la negación del carácter natural de las fronteras entre humanos.
La frontera que separaba a los ciudadanos ("nosotros") de los demás ("ellos"), era solo una entre otras muchas, las que había entre griegos y bárbaros, ricos y pobres, libres y esclavos, hombres y mujeres, sabios e ignorantes. Cada frontera establece un "nosotros" que excluye a los demás.
Pese a sus limitaciones prácticas, este planteamiento teórico es de enorme importancia, porque socava la creencia en cualquier origen "divino" o "de orden natural" de las desigualdades. En nuestro tiempo ese "nosotros" se ha diversificado enormemente, repartido caóticamente entre toda clase de tribus: tribus urbanas, tribus ideológicas, nacionales, de género, de clase, de lengua y cultura, de interés corporativo...
Cada cual oscila entre esas pertenencias múltiples, y es bueno recordar el "nosotros" fundamental, desarrollando la "conciencia de especie", y recordando que, ahora más que nunca, olvidarlo nos conduce a conflictos que pueden llevarnos a la autodestrucción.
Esa conciencia necesaria de la igualdad fundamental entre los humanos es lo que falta a las democracias realmente existentes, que siempre se dan en el seno de alguno de los nosotros subalternos. En la práctica, el nosotros que funciona se reduce casi siempre a una oligarquía dominante en el seno de una clase dominante, dentro de algunas sociedades privilegiadas.
Sigue el resumen de la conferencia facilitado por el Aula Castelao, y el vídeo de la misma:
LOS SOFISTAS: DEMOLIENDO FRONTERAS
Protágoras es el iniciador de la filosofía política. Su teoría más conocida, expuesta en alguna obra suya que no podemos precisar, fue resumida por Platón en el Protágoras. En síntesis, el sofista afirma que la humanidad llegó al estado actual tras haber andado un largo proceso en el que experimentó dos tipos de aprendizaje: el primero es el aprendizaje técnico, el regalo de Prometeo, gracias a lo que la especie humana es capaz de suplir sus carencias mediante el desarrollo de una serie de técnicas y conocimientos (agricultura, construcción, navegación, astronomía, etc.) que le permiten encarar los problemas de la supervivencia. Dada la insuficiencia del regalo de Prometeo, la especie se vio forzada a realizar un segundo aprendizaje, el de sentar las bases de la convivencia, necesario para la cooperación que las antedichas técnicas exigían y evitar los conflictos que, derivados de esa convivencia, desembocarían en la autodestrucción. Esa experiencia de convivir de manera armoniosa es el regalo de Zeus, y consiste en desarrollar entre los miembros de la especie la justicia (Díke), el respeto y el autocontrol (aidós).
La experiencia política, común a todos los miembros de la especie, es diferente de la experiencia en las técnicas y las artes, donde son muy pocos los que poseen las distintas capacidades.
En consonancia con estas bases teóricas, la democracia se convierte en la forma de gobierno y de organización social más acorde con la experiencia formadora de la especie humana y su doble proceso de hominización y humanización.
Esta teoría, en el mundo griego, tuvo un efecto demoledor para algunos de los marcadores vigentes en su época, que dividían y fragmentaban la humanidad, como son:
- La frontera entre sabios e ignorantes, al afirmar que todos los hombres son sabios, e incluso que la multitud, los denostados polloí de Sócrates y Platón, se equivocan menos que los expertos individuales.
- La frontera entre ricos y pobres también se conmueve, no solo por el acceso que se les reconoce a los pobres a las magistraturas, con el consiguiente salario, sino también por el acceso a medidas de protección para los desfavorecidos instituídas por la democracia.
- La frontera entre libres y esclavos, aunque se muestra más resistente, por constituir la base económica de la sociedad escravista, se debilita, como lo prueba un texto de Alcidimante (escrito alrededor del 360 la.C.), discípulo de Gorgias, en el que podemos leer la primera sentencia explícita contra la esclavitud: "Dios creó la todos los hombres libres; la naturaleza no hizo a nadie esclavo".
- La frontera más firme de todas, la que se da entre hombres y mujeres, la base de la sociedad patriarcal, comenzó también a ser cuestionada, al surgir un notable movimiento de emancipación femenina que, por desgracia, rematado el tiempo de las ciudades democráticas, cayó en el olvido.
Muy interesante la exposición de José Solana. Comprendo que, en dicho contexto, ha de estar por fuerza limitada, pero no deja de ser lastimoso que en un momento de la misma se le apremie "tenemos que terminar a las 12". Se debería dar tiempo ilimitado a quienes realmente tienen cosas sustanciales que decirnos.
ResponderEliminarNo deja de causarme estupor el modo en que nos deshacemos del "oro" para sustituirlo por hojalata.
Los vídeos solo recogen las conferencias. Luego hay un amplio coloquio en que salen cosas muy interesantes. La semana es un acontecimiento único. Ahora, con la privatización de las cajas de ahorros, dispone de menos fondos, pero aún así vienen conferenciantes de gran talla.
ResponderEliminarEvo Morales, Marta Harnecker, Adolfo Sánchez Vázquez, Alfonso Sastre, James Petras, Paco Fernández Buey... Cientos de otros que puedes ver si buscas en los programas de las treinta y seis semanas.
Literalmente nos encerramos durante una semana en el Teatro Principal.
Acabo de leer, en un artículo sobre Gramsci, una definición de la filosofía como "la totalidad de lo real". Ese es precisamente la concepción de esta semana.
http://www.granma.cu/mundo/2019-05-05/el-intelectual-organico-gramsci-05-05-2019-20-05-12
Muchas gracias por la información y el enlace. Dedicaré más atención a esa magnífica semana.
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