No es difícil seguir su camino de degradación, hasta acabar de forma denigrante haciendo publicidad de Pizza Hut y de las tarjetas American Express.
Pero no trata el artículo de esa indagación psicológica del personaje, sino del error imperdonable de creer en el cumplimiento de unos acuerdos que la contraparte nunca pensó respetar.
Luego de esto, quien se opone al peligrosísimo Imperio es tildado de dictador, de no respetar los derechos humanos y de mil fechorías. No falla. Y lo dicen unos gobiernos y unos medios de distorsión, extorsión, dispersión y destrucción (más IVA), todos ellos correas de transmisión de superpoderes económicos que ¿todos? conocen pero que consideramos inexpugnables.
¿Ingenuos, gilipollas, vendidos, traidores?
Si
alguien cree que no pudo haber peor cándido que Gorbachov se quedaría corto con
su inmediata sucesión por Boris Yeltsin, quien llevó a Rusia al borde de la
balcanización al deglutir todos los cuentos de Bill Clinton asesorado por
George Soros: dos personajes que en el mismo infierno causarían pavor.
No es concebible la degradación de la URSS a tales niveles.
Por eso el zar Vlady Putin confesó que la disolución de la URSS había constituido una
Luego de esto, quien se opone al peligrosísimo Imperio es tildado de dictador, de no respetar los derechos humanos y de mil fechorías. No falla. Y lo dicen unos gobiernos y unos medios de distorsión, extorsión, dispersión y destrucción (más IVA), todos ellos correas de transmisión de superpoderes económicos que ¿todos? conocen pero que consideramos inexpugnables.
¿Ingenuos, gilipollas, vendidos, traidores?
(...)
Los
testimonios de Eric Zuesse son demoledores:
1.
Yo estaba allí cuando le dijimos a los rusos que los íbamos a hacer miembros de la OTAN: coronel Lawrence Wilkerson (anterior jefe de gabinete del secretario de Estado general Colin Powell), quien ha expuesto que la “política exterior de EU es hecha por la plutocracia (https://goo.gl/bSpWoA)”;
2.
“Cuando hablé con Baker, él acordó que le había dicho a Gorbachov que si la
URSS permitía la reunificación alemana y la membresía de la OTAN, Occidente
(sic) no expandiría a la OTAN ni una pulgada al Este (https://goo.gl/n98JoN)”;
3.
El entonces canciller alemán, Helmut Kohl, “prefirió hacer eco a James Baker,
no a Daddy Bush” y “aseguró a Gorbachov,
como el mismo Baker había hecho, que
naturalmente (sic) la OTAN no podría expandir su territorio (sic) a Alemania oriental: Mary Elise Sarotte. Ella misma agrega que después de arrancar esta megaconcesión al ingenuo Gorbachov, Kohl regresó a Alemania “a empezar la unificación de las dos Alemanias bajo una sola divisa y un sistema económico (https://goo.gl/ZhfhjW)”. Aquí fue cuando Alemania despegó como superpotencia geoeconómica gracias a la sepultura de la URSS y a la pusilanimidad de Gorbachov. Cinco años más tarde Mary Elise Sarotte explaya la “promesa rota (https://goo.gl/duhUxt)”;
4.
Una frase tremenda del engaño de Daddy Bush fue
cuando regañó al canciller Kohl sobre las promesas a Rusia durante la Cumbre en
Campo David de febrero de 1990:
¡Al diablo (sic) con ello: Ganamos, ellos no!Ya en ese momento el lastimoso Gorbachov se había vuelto la piñata de Daddy Bush, Kohl y Mitterrand. En forma angelical, en pleno infierno, Gorbachov llegó hasta proponer una
seguridad panEuropeaentre la OTAN y lo que quedaba de la URSS;
5. Jack Matlock, anterior embajador en la URSS de 1987 a 1991,
afirma que su país (EU) “ha tratado a Rusia como perdedor (sic) desde el fin de
la guerra fría: la falla de apreciar cómo
concluyó la guerra fría ha tenido un profundo
impacto en las actitudes de Rusia y Occidente y ayuda a explicar lo que vemos
ahora”. ¡Pero cómo Daddy Bush y los Clinton no iban a
humillar a Rusia con tal caquistocracia (el gobierno de los peores) de
Gorbachov y Yeltsin! Baste contrastarlos con el zar Vlady Putin quien
ha resucitado hoy a Rusia de los cementerios geopolíticos;
6. Sir Rodric Braithwaite, anterior embajador británico en la
URSS y Rusia, informó sobre las
garantías (¡megasúper-sic!) dadas en 1990 por EU (James Baker, secretario de Estado) y Alemania (Helmut Kohl, canciller), y en 1991 (sic) en nombre del Reino Unido (por el entonces premier, John Major) y Francia, por el presidente François Mitterrand. Sir Rodric Braithwaite afirmó que este “récord de hechos no ha sido exitosamente desmentido en Occidente: EU y Rusia Antes y Más Allá de la Crisis de Ucrania (https://goo.gl/FUU16y)”.
(...)
La
etérea
promesa–insisto, sin documentos– fue hecha por el texano secretario de Estado, James Baker III, que superó a Maquiavelo, Talleyrand y Rasputín juntos, cosa que no podría suceder con el abusado y avezado zar Vlady Putin, quien conoce las vulnerabilidades de la élite estadunidense.
No es concebible la degradación de la URSS a tales niveles.
Por eso el zar Vlady Putin confesó que la disolución de la URSS había constituido una
catástrofe geopolítica, lo cual desea repetir el Deep State estadunidense en la fase presente del Rusiagate.
Obsceno hasta la nausea. Ya lo advirtió el CHE, uniendo el índice y el pulgar de su mano: "Al imperialismo... ni tantito así".
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