viernes, 15 de mayo de 2020

Informe encargado por la ONU

El informe está fechado el 14 de agosto de 2018. Por entonces el virus "ni está ni se le espera". Ahora es muy socorrido echarle la culpa de lo que no es más que una muestra de la suma fragilidad de un sistema que está en las últimas. Y tratar desesperadamente de reanimar al zombi.

Pero la "reanimación" tendría graves consecuencias. Véase este otro informe de hace un año:

La humanidad se acerca a la extinción debido a las consecuencias del cambio climático. Según el análisis realizado por David Spratt y Ian Dunlop, expertos de National Centre for Climate Restoration, la civilización humana está programada para colapsarse en 2050 si no reaccionamos inmediatamente a la amenaza del cambio climático. 
Este estudio  augura una «alta probabilidad de que la civilización humana llegue a su fin» para ese año y asegura que para reducir los riesgos y conservar la especie humana, es necesario construir un sistema industrial con cero emisiones lo antes posible. 
Spratt y Dunlop advierten de que los impactos del cambio climático en aumento «suponen grandes consecuencias negativas para la humanidad que podrían no perderse durante siglos» y añaden que estas consecuencias «nunca se pueden deshacer, ya sea aniquilando la vida inteligente o recortando de forma permanente y drástica su potencial».
Vaya, con un poco de suerte podré cumplir 104 añitos (Mi bisabuelo José Gutiérrez Chica cumplió uno más).

Vuelvo al que encargó Antonio Guterres:




El sistema actual debe aceptar el hecho de que no seremos capaces de mantener los niveles actuales de crecimiento económico

Un informe encargado a un equipo de biofísicos finlandeses designados por Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, expone que el capitalismo tal como lo conocemos se ha acabado como consecuencia de la explotación insostenible de los recursos medioambientales del planeta.

Estamos ante una crisis global y común debido a una cada vez mayor desigualdad ante la ineptitud de los gobiernos. Empieza una nueva, según el informe, y la mentalidad capitalista no es capaz de abordarla.

Por “primera vez en la historia de la humanidad”, reza el informe, las economías capitalistas “están pasando a fuentes de energía menos eficientes”. La producción de energía utilizable con la que seguir potenciando “actividades humanas básicas y no básicas” en la civilización industrial “requerirá más esfuerzo, y no menos”. El motor de la transición al poscapitalismo es el declive de la energía barata y abundante.

En el último siglo, solo teníamos que hacer era extraer más y más petróleo del suelo, un poco de energía permitía extraer grandes cantidades de petróleo, gas y carbón. Sin embargo, esta ratio ha cambiado. Hoy día usamos más energía para extraer menores cantidades de combustibles fósiles, con mayores costes de producción para obtener lo necesario para mantener la maquinaria de la economía en marcha y el coste medioambiental es mucho mayor. Sin embargo, el sistema no quiere reconocer estos elevados costes porque no es capaz de asumir otro modelo económico distinto del capitalismo.

El informe señala que hemos avanzado a un territorio impredecible y sin precedentes en el que la economía convencional no puede dar respuestas. El crecimiento económico se ha frenado, los bancos centrales han recurrido a tipos de interés negativos y están comprando grandes cantidades de deuda pública para mantener a flote nuestra economía, pero todo esto tiene un límite. Gobiernos y bancos se están quedando sin opciones. “Podría decirse sin dudar que no existen modelos económicos que puedan aplicarse a la nueva era”, señalan los científicos finlandeses.

Solo un camino posible

El único paso posible a dar por el sistema es aceptar el hecho de que no seremos capaces de mantener los niveles actuales de crecimiento económico. Según el informe, “Durante las próximas décadas, va a ser extremadamente difícil, cuando no imposible, satisfacer los niveles actuales de consumo energético con soluciones basadas en bajos niveles de emisiones de carbono”. La transición económica debe necesariamente ir acompañada de medidas para “reducir el consumo total de energía”.

El transporte, los alimentos y el sector de la construcción son clave en el cambio. Sin embargo, según el informe, el capitalismo "no será capaz de facilitar los cambios necesarios. Será precisa la intervención de los gobiernos y las instituciones deberán ajustar los mercados a los objetivos de supervivencia humana". Actualmente, las perspectivas de que eso ocurra son escasas.

“La actividad económica se rige por el significado ⎯mantener las mismas posibilidades para una vida aceptable a la vez que se reducen las emisiones drásticamente⎯ más que por el beneficio, y ese significado se creará política y colectivamente. Creo que este es el mejor caso posible en lo que respecta a un mercado moderno y a las instituciones de mercado. Sin embargo, no puede darse sin reformular profundamente el pensamiento económico-político", sentencia el informe.


2 comentarios:

  1. La mayoria de los estudios coinciden de que vamos en dirección al desastre;esta horrible dinamica es como una una inmensa bola de hielo imparable; al llegar a nosotros nos "engullirá"sin la minima resistencia posible ¿Como paramos esa dinamica, como decimos! alto un momento! paremonos a darle un giro de 200 grados a esto?creo que es imposible, hemos ido demasiado lejos en el atrevimiento, en la ignorancia y en la avaricia.
    triste, muy triste lo que se puede avecinar.
    Un saludo, Juanjo.
    Te dejo aquí, la dirección de mi Blog, que vuelvo a retomar.
    https://intentandolo-2.blogspot.com/

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  2. Los capitalistas "creen que"... o "piensan que"... haciendo esto y lo otro el sistema puede seguir funcionando. Pero, como dicen aquí en Murcia, donde ahora vivo: el "yo creí que" y el "yo pensé que" son hijos del tonteque.

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