jueves, 7 de mayo de 2020

Recordando a Urza

Javier Meléndez Ortega, URZA, se nos fue ayer. Escultor, ceramista, pintor, grabador. También poeta. Y para mí, sobre todas esas cosas, un amigo muy querido.

Aunque yo entonces no lo sabía, y él era unos años más joven, éramos vecinos: crecimos en el mismo barrio de Madrid. Militante de toda la vida, cuando lo conocí era secretario de organización del PCG. Años antes, emigrado a Colombia, dirigió allí una escuela de arte, y tuvo que escapar apresuradamente, amenazado de muerte por paramilitares.

Hay muestras de su cerámica en lugares públicos; un ejemplo es esta placa conmemorativa:



Artista de tan buen hacer no necesita mi elogio. Lo podréis comprobar en los enlaces que dejo a continuación.

Hace algunos años le dediqué una entrada en este mismo blog, con motivo de una de sus exposiciones. La última, excelente, «Fóra todo o estraño. A saúde mental na sociedade actual», pasó por Pontevedra el año pasado. El personaje de todos sus cuadros era él mismo, mostrando sin disfraz su cuerpo y su alma.

Pasad, pasad, que aquí hallaréis lo que os digo mejor que con mis ditirambos:





Urza, como tantos artistas, tuvo unos años muy duros en los tiempos de recortes que hemos padecido. Fue profesor de cerámica en Betanzos. Cerrada la escuela, perdió la posibilidad de practicar su arte y pasó a emplear medios de expresión más modestos. El papel, por ejemplo, como en esta pequeña joya:



Sufrió privaciones en esos tiempos difíciles. Llegó a no tener donde dormir, para alojarse recurrió a una residencia de estudiantes mientras hacía un curso de asistencia social, profesión que practicó luego como cuidador a domicilio.

Pero también hubo buenos momentos. Se hizo querer, y en ocasión de una grave operación, fue atendido con cariño por dos antiguas compañeras de vida.

Un tumor pulmonar se lo ha llevado. Conocedor de su mal, el año pasado se casó, con Marta Leira Novo. Me consta que fueron felices, a pesar del futuro previsible. Me hacen recordar esta reflexión, que está en el centro de la película Tierras de Penumbra:
«¿Por qué el amor, cuando lo pierdes, duele tanto? Ya no tengo respuestas. Sólo tengo la vida que he vivido. Dos veces en esa vida he podido elegir. Como niño y como hombre. El niño eligió la seguridad. El hombre elige el sufrimiento. El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces. Ese es el trato». 
Espero que esta reflexión pueda servir de consuelo.

Hasta el final tuvo una actitud vital, con un optimismo muy consciente. Una de sus búsquedas era investigar las marcas que los canteros medievales dejaron en la piedra (era un certificado de autoría). A ese estudio dedicaba su último tiempo.

Hace tiempo me envió por Facebook esta foto de una de sus estancias en nuestra casa.

AMIGO Y CAMARADA






















--¿Cuándo fue esta foto? Recuerdo el hecho, pero no el tiempo... 
--Pues fue "de Sanxenxo pa yá", un domingo después de una mani en Pontevedra, con Soco y Ángela. Habíamos improvisado un fin de semana tal que así. Fue cojonudo, recuerdo... 
--Recuerdo todo, menos la fecha aproximada.

Y sigo sin recordar.

5 comentarios:

  1. Añado estos enlaces que me envía la camarada Betty León Fong:

    https://www.elcorreogallego.es/hemeroteca/600versos-artisticos-urza-galeria-metro-MOCG1047193

    https://www.farodevigo.es/comarcas/2008/04/07/monolito-recuerda-cesantes-victimas-represion-franquista/213914.html

    https://www.lavozdegalicia.es/noticia/coruna/2004/04/30/novena-bienal-balconadas-betanzos-exhibira-200-lienzos/0003_2638313.htm

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  2. Juanjo, qué decir? Lo mismo que de su obra es mejor ver que decir; con tus palabras pasa lo mismo. Lo echaremos mucho de menos pero estará siempre en nuestro recuerdo. STTL camarada URZA

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  3. Y este otro enlace, a otra exposición memorable
    http://esencialomenos.blogspot.com/2017/03/los-cuadros-de-una-exposicion.html

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  4. Un abrazo. Dejo en mi una impronta inolvidable....

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  5. Un cálido abrazo desde Coruña. Gran persona que dejó en mi una impronta inolvidable....

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