miércoles, 14 de septiembre de 2011

Libia y el mundo en que vivimos


Argumentos de peso sobre los rebeldes libios, "a toro pasado". La mentira tiene las piernas cortas. La verdad no tiene piernas.

Banksy

El Triunvirato, y sus medios zalameros, quisieran que el mundo crea que lo que sucedió en Libia es solo otro ejemplo de la Primavera Árabe, un levantamiento popular de manifestantes no violentos contra un dictador por la proverbial democracia y libertad, que se extiende espontáneamente desde Túnez y Egipto entre los cuales se encuentra Libia. Pero hay varios motivos para cuestionar este análisis que ve el levantamiento de los rebeldes libios como un intento planificado y violento de tomar el poder por cuenta de su propio movimiento político, por heterogéneo que ese movimiento parezca ser en su primera hora. Por ejemplo:
    1. Comenzaron de inmediato a izar la bandera de la monarquía derrocada por Gadafi.
    1. Fue una rebelión armada y violenta casi desde el comienzo; dentro de unos pocos días, pudimos leer de “ciudadanos armados con armas capturadas de bases del ejército” y de “los policías que habían participado en el choque fueron capturados y colgados por los manifestantes”.
    1. Su revuelta no tuvo lugar en la capital sino en el corazón de la región petrolífera del país; luego iniciaron la producción de petróleo y declararon que países extranjeros serían recompensados con petróleo en la medida en la cual cada país ayudara a su causa.
    1. Pronto establecieron un Banco Central, una acción algo extraña de un movimiento de protesta.
    1. El apoyo internacional llegó rápida, incluso previamente, de Qatar y al Jazeera a la CIA y el espionaje francés.

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