Hollande (políticamente) en pelota
Desnudos van los dos, por detrás de los trajes y las corbatas.Los dos engañaron a sus electores.
El de la derecha (a la izquierda desde el público, pero no desde el estrado en que detenta el poder) tenía en cierto modo derecho a hacerlo. Miente (y miente mucho) pero engaña menos.
El que, visto desde su púlpito, parece estar a la izquierda, es mucho más farsante.
Esta pincelada la encontré en un artículo de Jean-Luc Mélenchon, traducido en Tlaxcala.
(...)
Nosotros, los militantes 
políticos, los ciudadanos informados, estamos poco sorprendidos. En el 
fondo sabíamos a qué atenernos. Pero saberlo a veces nos extravía. 
Creemos que todo el mundo sabe lo que sabemos y subestimamos  los 
efectos de desmoralización colectiva de aquellos que descubren la 
realidad, sobre todo cuando no tenían ningún deseo de conocerla. Y 
subestimamos la parte de autoridad que pueden tener personajes como 
François Hollande en el estado de ánimo del público. Cuando repite el 
catecismo liberal sin pruebas, arrastrando como evidencia los estribillos ideológicos
 emprestados a nuestros adversarios, consolida la ideología dominante y 
los prejuicios de nuestra época de oscurantismo. Eso es lo que luego 
pagamos muy caro. ¡Aquello provoca tanta resignación y tanto 
conformismo!
(...) 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario