martes, 12 de diciembre de 2017

Cinco aforismos

Salvador López Arnal reseña el último libro de Jorge Riechmann, Tuits para el Siglo de la Gran Prueba. Disparos con parábola.

El tiro parabólico del mortero pasa por encima de los obstáculos, pero para ser eficaz debe apuntar con precisión. Ahora el muro a superar es la prisa por pasar a otra cosa. De ahí la idea de los tuits. Tuits cargados y precisos.

En su blog cuyo nombre define su intención, Riechmann coloca frecuentemente estas frases cortas pero cargadas de contenido.

Puesto que "el personal" ha perdido la costumbre, y tal vez la posibilidad, de una lectura reposada, no viene mal la fórmula del periodo corto para decir lo que hay que recordar permanentemente.

Mi manía de subrayar machaconamente textos ajenos tiene esa intención didáctica, una costumbre de estudiante... que pretendiendo ayudar al lector tal vez le dificulte su personal análisis.

El escritor colombiano, injustamente olvidado, Vargas Vila fijaba la atención con un ardid muy personal, su poética distribución de los párrafos. Periodización que sugiere una pausa reflexiva. El corte radical del punto da por cerrada la idea; este Vargas sin Nobel empleaba el punto y coma y aparte; es apenas un suspiro, sin la indefinición casi definitoria de los puntos suspensivos...

Vuelvo a la realidad: el reseñador destaca cinco aforismos. Los respeto.

Otra arista (importante) de un activista y pensador poliédrico
Salvador López Arnal
El Viejo Topo
 

 (...)
Finalizo señalando los cinco aforismos, los cinco disparos que a mí me han gustado más de este libro (no niego que es posible que sean otros en una segunda aproximación):

1) Transformar la naturaleza es una cosa; hacerle la guerra, otra bien distinta. No nos hemos dado cuenta de que hacer la guerra contra la naturaleza es hacérnosla a nosotros mismos…

2) La otra opción es la vida buena: buscar la calidad de las experiencias en vez de la cantidad de las vivencias, bailar sobre una baldosa, estar ahí.

3) TINA (el tema thatcheriano There Is No Alternative); no era una oración descriptiva, sino performativa: estamos destruyendo las condiciones culturales, económicas y políticas de las posibles alternativas al capitalismo.

4) No hay la Verdad con mayúsculas, cierto. Pero sí que hay verdades; y sobre todo hay mentiras, engaños -y múltiples formas de autoengaño-.

5) Filosofía para el siglo XXI: necesitamos un poco más de cosmos y un poco menos de sujeto.
(...) 

2 comentarios:

  1. El trabajador y la herramienta. (fragmento)

    del libro: Teoría de la religión, de Georges Bataille

    Es un principio fundamental: subordinar no es solamente modificar el elemento subordinado, sino ser uno mismo modificado. La herramienta cambia juntamente a la naturaleza y al hombre: somete la naturaleza al hombre que la fabrica y la utiliza, pero une al hombre a la naturaleza avasallada. La naturaleza se convierte en la propiedad del hombre, pero deja de serle inmanente. Es suya a condición de estarle cerrada. Si él pone al mundo en su poder, es en la medida en que olvida que él mismo es el mundo: niega al mundo, pero es él mismo quien resulta negado. Todo lo que está en mi poder anuncia que he reducido lo que me es semejante a no existir por su propio fin, sino por un fin que le es extraño.

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  2. No vemos porque las realidades sean difíciles de entender sino porque cerramos los ojos.

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